EL PAíS
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“Acá hubo censura preventiva,
nadie pudo ver nada por decisión de Juez”
Por Camilo Ratti
Desde Córdoba
“Acá hubo censura preventiva, porque a diferencia de lo sucedido en Buenos Aires con la muestra de León Ferrari, a la cual la gente pudo asistir hasta que una jueza decidió clausurarla, en Córdoba nadie pudo ver nada porque la Municipalidad decidió suspender la instalación antes de ser inaugurada”, señaló indignada Marcela Santanera, organizadora y curadora de Navidad, 10 artistas, 10 miradas, quien anticipó a Página/12 su renuncia al cargo. Enojadísimo por la dimensión que el tema alcanzó en la opinión pública, que reprobó en gran parte la decisión municipal, Luis Juez les pidió las renuncias al secretario de Cultura, Luis Gregoratti, y al subsecretario del área, Miguel Cabrera.
“Los espacios públicos no son del intendente, son de los vecinos. Y si uno de esos vecinos se siente agraviado u ofendido moralmente por algo que sucede en un espacio público, como autoridad municipal no podemos permitirlo. Nosotros entendimos que acá hubo actitudes que ofendieron y por eso suspendimos la muestra”, fue la explicación que Luis Juez eligió para justificar el levantamiento definitivo de la muestra Navidad, 10 artistas, 10 miradas, que el lunes había provocado indignación en un grupo ultraconservador de la Iglesia Católica cordobesa, que se presentó en las puertas del Cabildo de la ciudad para impedir su apertura. El mismo grupo que hace un par de años intentó impedir la proyección de la película La última tentación de Cristo, del director estadounidense Martin Scorsese, pero que finalmente la Universidad Nacional de Córdoba exhibió.
“Como creyente y devoto de la Virgen María, yo también me sentí gratuitamente ofendido”, siguió el jefe comunal, quien pidió las renuncias a sus funcionarios “porque hace tiempo que conocían el contenido de la exposición y no supieron comprender la idiosincrasia de la sociedad cordobesa, cuna del catolicismo mundial, y menos entender el espíritu navideño en el cual estamos”. “No puede ser que yo me entere por los medios de lo que hacen mis funcionarios”, se excusó Juez.
Aunque sostuvo que “debe bregar por el interés de todos los ciudadanos, sin ofender a ningún sector”, la decisión de levantar la muestra antes de inaugurarla significó en la práctica un “triunfo” de este minúsculo grupo lefebvrista de la Iglesia, que se opone al Concilio Vaticano II, por encima del interés de la mayoría de los cordobeses, quienes expresaron su malestar por la decisión municipal aun sin estar de acuerdo con la obra.
“No te dejo ver porque creo que no te va a gustar. Con esta decisión el intendente no sólo agredió a la comunidad artística, sino a todos los ciudadanos que no tuvieron la posibilidad de discernir sobre lo que se iba a exponer. No puede ser que cuatro fanáticos hayan impedido que trescientas personas se queden sin ver nada”, señaló Santanera, que hoy presentará su renuncia.
“Lo primero que sentí fue asombro ante la decisión municipal de no sacar con la policía a este grupo que impedía ver la muestra. Los agraviados y ofendidos somos nosotros, que fuimos invitados por esta administración a realizar la muestra. Nosotros no pedimos el Cabildo”, se quejó Roque Fraticelli, uno de los diez expositores y autor de la obra que causó semejante revuelo. “Me parece de muy baja política lo que hicieron, porque aquí no hubo un problema de seguridad, como se dijo el lunes, sino miedo de los funcionarios a que la muestra complicara la gestión de Juez. Pero la bomba ya explotó, la gente sabe lo que pasó y es peor lo que hicieron a lo que podía generar la muestra en sí misma.”
Por si faltaba una prueba del poder que tiene la Iglesia Católica en esta provincia, el arzobispo de Córdoba, Carlos Náñez, emitió un comunicado en el cual dijo sentirse “agraviado” y “preocupado” porque el Estado, en este caso el municipal, no impidió que se “hieran los sentimientos más caros de los cristianos”.
Minutos después de hacerse públicas las opiniones de la máxima autoridad eclesiástica cordobesa, Juez apareció pidiendo la renuncia de sus funcionarios.
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