Tras el rechazo de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), el gobierno de Felipe Solá mejoró su oferta y propuso a los empleados públicos de la provincia un aumento salarial de entre 85 y 120 pesos, según la carga horaria de cada trabajador. La medida, que además contempla un piso salarial de 600 pesos, entrará en vigencia a partir de enero.
La oferta fue anunciada ayer por el ministro de Economía bonaerense, Gerardo Otero, y el titular de la cartera de Trabajo, Roberto Mouillerón, en una reunión que mantuvieron con los representantes de la seccional provincial de UPCN. El gobierno prevé un aumento de 85 pesos remunerativos, es decir sujetos a los descuentos por cargas sociales, para los empleados que trabajen menos de 30 horas semanales, 100 pesos para los que trabajan entre 30 y 35, y 120 pesos para los que superan las 35. Asimismo se estableció como salario mínimo 600 pesos.
El anuncio fue realizado luego de que los gremios agrupados en la organización se opusieran a los 85 pesos como aumento generalizado que propuso la semana pasada el gobierno de Solá en respuesta a los reclamos planteados por diversos sectores de la administración pública.