La Cámara de Casación penal tiene un convenio con la Armada para que los empleados del fuero federal puedan utilizar los servicios del comedor y gimnasio del edificio Libertad. El fiscal Carlos Rívolo usufructuaba esas instalaciones hasta que en noviembre de 2002 no lo dejaron entrar al lugar. Le dijeron que había un problema con su tarjeta magnética, pero a nadie le pasó inadvertido que pocos días antes había impulsado la acción penal por delitos cometidos dentro de la ESMA y había solicitado la invalidez de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. El acuerdo entre la Cámara de Casación y la Marina fue mencionado por los abogados Rodolfo Yanzón y Mónica González Vivero al ampliar la recusación contra los miembros de la Casación. También mencionaron que la misma Cámara organizó, a fin de año, una misa en la catedral Stella Maris, que pertenece al obispado castrense que estaba a cargo de Antonio Baseotto. Yanzón y González Vivero recordaron que en la misma estructura del vicariato castrense se hallan, como publicó Página/12, el monseñor carapintada Pedro Candia y el presbítero Alberto Angel Zanchetta, quien en 1977 fue capellán de la ESMA y asistió espiritualmente a los perpetradores de crímenes atroces.