Este fin de semana, el juez que investiga el incendio en el boliche Cromañón, que provocó la muerte de 193 personas, analizará lo que declararon los tres ex funcionarios del gobierno porteño indagados en los últimos tres días. Del repaso “podría surgir el llamado a indagatoria, como imputados, o al menos la declaración como testigos, de otras 30 personas” mencionadas ante el juez Julio Lucini por la ex subsecretaria de Control y Gestión Comunal Fabiana Fiszbin, señaló a Página/12 una fuente vinculada a la causa. Fiszbin, que en la última semana de abril será sometida a careo con el defensor adjunto del Pueblo de la ciudad Atilio Alimena, podría ser llamada a ampliar su indagatoria. La declaración se interrumpió el martes, luego de más de 12 horas, por lo extensa y “sin que se agotaran todos los puntos por analizar”, dijo el vocero consultado por este diario. Esta primera ronda de indagatorias de ex funcionarios terminó anoche con la presentación de Ana María Fernández, ex directora adjunta de Fiscalización y Control, quien negó toda responsabilidad en lo ocurrido.
“Todavía quedan muchas cosas por aclarar y el juez Lucini, además de lo declarado por (Gustavo) Torres (ex director de Fiscalización y Control), Fiszbin y Fernández, tiene que analizar la documentación que fue aportada por la ex subsecretaria”, aseguró la fuente. Ayer fue indagada en el Palacio de Tribunales la ex directora adjunta del cuerpo de inspectores del gobierno porteño, Ana María Fernández, que estuvo ocho horas ante el juez Lucini. El fiscal Juan Manuel Sansone la acusó de haber incumplido “el deber de cuidado que les confería el cargo, negligencia por la cual República Cromañón permaneció abierto en condiciones que contravinieron las disposiciones preventivas en materia de incendios”.
Los tres funcionarios indagados en estos días están acusados por “homicidio culposo” reiterado en 193 casos, un delito excarcelable. “Mi representada declaró ser ajena a los hechos y deslindó responsabilidades”, informó a la prensa el abogado Nicolás Cavalli, defensor de Fernández. Ayer siguió la controversia entre la ex subsecretaria Fiszbin y el defensor adjunto Atilio Alimena. La ex subsecretaria había pedido ser careada con Alimena, luego de rebatir lo dicho por éste en el sentido de que algunos locales seguían habilitados “por decisión política”, a pesar de las irregularidades que se advertían durante las inspecciones.
Ayer, además de rechazar los dichos de Alimena, la ex subsecretaria insistió en que el cierre de las puertas de emergencia de Cromañón, el ingreso de pirotecnia y el exceso de público “no eran temas que tenían que haber sido controlados por los inspectores del gobierno de la ciudad sino por la Policía Federal y la Justicia Contravencional, porque se trata de contravenciones que están tipificadas” en las normas vigentes. Insistió en que “si la policía estaba en la puerta (de Cromañón), como hay testigos que lo dicen, debería haber evitado todas esas contravenciones”.
Fiszbin reiteró que antes del desastre no habían recibido “una sola denuncia sobre ese local”, en alusión a Cromañón. “Absolutamente”, negó la ex funcionaria cuando se le preguntó si tenían “algún tipo de arreglo” con Omar Chabán, el propietario del boliche. “Yo estuve reunida con Alimena, pero jamás dije semejante barbaridad”, recalcó Fiszbin al refutar los dichos del defensor adjunto sobre la supuesta existencia de “decisiones políticas” que favorecían a ciertos infractores.
Alimena replicó leyendo textualmente su declaración ante el juez Lucini: “La subsecretaria asumía la desviación y ante el requerimiento del dicente (el defensor adjunto), ponía de manifiesto la necesidad de una decisión política para que intervenga sobre la actividad, ya que no podía clausurar tantos locales sin una autorización de la autoridad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”. Alimena sostuvo que él le había pedido a Fiszbin “que el jefe de Gobierno firmara un decreto para paralizar la actividad en los locales bailables. ¿Y sabe cuándo lo hizo, el 3 de enero de 2005”, esto es, tres días después del incendio en Cromañón. La controversiamotivó que Lucini ordenara un careo entre ambos que se hará en la última semana del mes.