EL PAíS
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Una salida a los gritos
“Voy a abandonar esta sala porque éste no es un jurado imparcial”, expresó con voz firme el fiscal Ricardo Mendaña, mirando al presidente del tribunal, Roberto Fernández. “Usted no es el fiscal. Es el imputado”, le dijo la mayor autoridad de la Justicia neuquina, a lo cual Mendaña retrucó: “Soy el imputado y merezco un juicio justo. Por eso me retiro”. “Yo no lo autorizo”, dijo Fernández al tiempo que Mendaña encaraba ya hacia la puerta. El fiscal imputado se dio vuelta y preguntó sin titubeos: “¿Cree que tiene facultades para detenerme? Hágalo”. Y ahora sí sin detenerse, Ricardo Mendaña abandonó el recinto donde seguirán juzgándolo.
Nota madre
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