El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, habló ayer con sus pares de México y Uruguay sobre la crisis financiera y política de Argentina. “Estados Unidos ha dejado bien claro que seguimos dispuestos a ayudar a Argentina una vez que los argentinos elaboren un plan económico sostenible”, dijo Scott McClellan, vocero de la Casa Blanca.
La administración Bush, que en julio apoyó una ayuda de 8000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional para que Argentina cumpliera los pagos de su deuda, se ha mantenido firme desde octubre en que no habrá más asistencia financiera hasta que Buenos Aires tenga un plan económico adecuado.
En las últimas dos semanas, Bush reiteró que el plan económico argentino deberá atenerse a las recomendaciones del FMI. En este contexto, Bush llamó por teléfono al presidente de Uruguay, Jorge Batlle, y al de México, Vicente Fox, para “continuar la conversación sobre la situación en Argentina”, mientras viajaba desde Crawford a California en el último suspiro de sus vacaciones.