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El futuro de Bonadío
La Cámara del Crimen resolvió que todos los hechos relacionados con las irregularidades en la causa AMIA se investiguen en un solo juzgado, que por ahora está a cargo de Claudio Bonadío. Este juez podría ser desplazado por su antigua relación con el ex ministro Carlos Corach, uno de los imputados por las maniobras.
Los jueces de la Cámara saldaron una controversia entre Bonadío y María Romilda Servini de Cubría, quien pretendía hacerse cargo de todo el expediente. Tras resolver una excusación, la Cámara resolverá si Bonadío continúa con la investigación o es apartado. En Tribunales se dice que esto último es lo que ocurrirá.
Servini de Cubría argumentó que ella investigaba un hecho ocurrido antes del atentado: los dichos del controvertido ex agente de Inteligencia Mario Aguilar Rissi, quien asegura haberle enviado una carta a Corach advirtiéndole del atentado. Pesquisas realizadas ponen seriamente en duda que existieran las advertencias pero, a raíz de ese hecho, la jueza sostenía que todas las irregularidades de la pesquisa debían pasar a su juzgado. La Cámara rechazó ese planteo, evaluando que no es lo mismo algo ocurrido antes del ataque que las increíbles anomalías posteriores.
El próximo paso es resolver si Bonadío va a seguir en la causa en la que están imputados desde el suspendido juez Galeano hasta el ex titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy, pasando por fiscales, secretarios, policías y agentes de Inteligencia. Bonadío fue segundo de Corach en la Secretaría Legal y Técnica, por lo que hubo varios planteos para que sea apartado del caso. Y es posible que esos pedidos prosperen. Esa causa tiene una demora insólita: se inició en el 2000 y recién ahora hubo citaciones a indagatoria.
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