–¿Qué quedó de la Bonaerense?
–Una triste imagen, resabios culturales, algunas prácticas residuales. Me refiero a la recaudación, la tolerancia con fenómenos como la prostitución o la arbitrariedad policial. Estamos luchando contra esto. Llevo 1800 policías separados de la fuerza en un año y tres meses.
–¿Todo esto se podrá solucionar antes de que usted se vaya?
–No, estos procesos son a mediano y largo plazo. Lo que hay que garantizar es que esta nueva estructura de alto profesionalismo e interacción con la comunidad vaya motivando al colectivo policial.
–¿Dónde sobreviven las cajas negras? ¿Tienen relación con intendencias?
–No están en una zona determinada. Tienen que ver con viejas prácticas de recaudación policial, con prescindencia de la injerencia política.
–Siempre quedan intendentes que quieren poner a sus comisarios. ¿Por qué es, entonces? ¿Cómo viene lidiando con esto?
–No es así. Escuchamos a los intendentes en el régimen de policía comunal pero elegimos nosotros al policía más apropiado. No hay tropiezos en esto.
–¿Quedan zonas liberadas?
–Si existen no las conozco, pero estamos muy atentos. Un tema preocupante es la prestación de servicios privados de seguridad por parte de policías y los que privilegian con la seguridad a un cierto sector o empresario. La central telefónica del 911 ayuda a combatir esto porque obliga a tener un diagrama de despliegue policial para atender las emergencias policiales.
–¿Quedan bandas importantes de secuestradores?
–Hay bandas. Ha habido una mutación del delito de secuestro extorsivo a otras modalidades como asaltos comando y piratería del asfalto.
–¿Qué está haciendo la policía Buenos Aires II?
–La ideé para trabajar en el conurbano en operaciones conjuntas con otras fuerzas. Es una policía de seguridad, de despliegue rápido. Trabaja en patrullas, sin comisarías. Hacen procedimientos, identifican vehículos y personas. Funciona en San Martín, Tres de Febrero, Hurlingham y genera un cordón de contención sobre la Capital. Tiene 350 efectivos y serán 500.
–¿Va a reemplazar a la otra policía?
–No, la idea es que se complemente.