Contra lo que muchos podían imaginar, incluso dentro mismo del gobierno de la ciudad, el lanzamiento de la Guardia Urbana parece ser la iniciativa de gestión que mayor rédito le ha dado a Aníbal Ibarra en los últimos tiempos y contribuyó a mejorar la consideración de su administración. La encuesta de Nun-Adrogué-Caruso refleja que seis de cada diez porteños consideran que haber formado ese cuerpo de seguridad no armado –que tiene por función orientar al ciudadano y ayudar en situaciones de emergencia– fue una buena medida de gobierno y casi la mitad asegura haber visto a sus integrantes patrullar las calles de la ciudad. En la Jefatura de Gobierno también observaron el repunte de la imagen positiva de la gestión registrado en los últimos dos meses en la campaña Por una Ciudad Limpia y la colocación de nuevos tachos de basura, que dijo tener presente el 31 por ciento de los consultados.