Este es un breve –y renovado– diccionario de la Unidad 9, aunque los términos existen en la mayoría de los demás penales:
Focas: los presos evangelistas. Les dicen así porque se la pasan aplaudiendo en las ceremonias religiosas. También les dicen “hermanitos”. Se dice que muchos pesados se hicieron falsos evangelistas para lograr puntos de conducta que les permitieran acceder a libertades condicionales o salidas transitorias. Tras las leyes Blumberg, la violencia se incrementó dentro del penal porque hay menos chances de obtener morigeración de las penas, por lo que se perdió el incentivo para trabajar o estudiar, y menos presos tratan de hacer méritos.
Auto: son homosexuales que son “usados” por muchos presos. Por lo general no existe violencia de por medio.
Monono: presos jóvenes, blancos, carilindos, que son sometidos por la fuerza por los más patoteros. En general se acercan a algún poderoso para que lo proteja, pero se resignan a ser sometidos por ese matón.
Coche-bomba: son homosexuales poderosos, muy fuertes, que eligen a sus parejas sexuales y no les dan opción. Los obligan a atenderlos. Hay dos muy famosos en la Unidad 9 que utilizan los apodos de “El Samurai” y “Cara de cruz”. En el argot interno ambos son “artículo 34”, “no apto para la sociedad”. Al que no los atiende pueden llegar a matarlo.
Gato: es una especie de sirviente de un matón. No hay sexo con él, pero está obligado a lavar, planchar y limpiar la celda al matón. El término gato se origina en la cárcel y tiene que ver con que para enviar mensajes de una celda a otra, cuando existía obligación de estar encerrado, se utilizaban gatos, a los que se le ataba el mensaje. En algunos casos, el método se sigue usando.