La semana pasada, Steve Reifenberg hizo la presentación y dijo: “El David Rockefeller Center for Latin American Studies, de la Universidad de Harvard, quiere honrar y homenajear a la señora Fortabat, con quien mantiene lazos de enorme estima y respeto, por su contribución en la formación de líderes argentinos”. Puede ser que no se haya enterado el representante de Harvard que Loma Negra, la principal empresa de la homenajeada, fue sancionada con un multa de 138,7 millones de pesos por maniobras de cartelización en el mercado del cemento. Esto significó que los argentinos pagaron más caro el cemento, entregando así ganancias extraordinarias a Amalita para que ella pueda comprarse cuadros, entre otros bienes, así como también dar becas a argentinos para que estudien en Harvard. Parafraseando un viejo dicho norteamericano, lo que es bueno para la economía de Harvard no siempre es bueno para la economía argentina.