EL PAíS
• SUBNOTA
El caso Cromañón
–¿En qué quedó aquel proyecto sobre la tragedia de Cromañón?
–Hicimos una tarea con la Facultad de Psicología para ofrecer contención. El servicio de patrocinio gratuito a carecientes trabajó para que la gente pudiera consultar sobre lo que le pedían los abogados.
–¿El proyecto sobre las indemnizaciones no prosperó?
–No, porque fue mal manejado. La propuesta de la facultad era que se fijara una suma que la gente cobrara y que luego, si quería, iniciara juicio. Era una suma razonable de unos 300 mil pesos, que es lo que hubiera fijado un juez. Pero a algún burócrata se le ocurrió agregarle una cláusula por la cual si cobraba eso tenía que desistir de las acciones contra la ciudad. Y el Código Civil establece que si usted desiste de un reclamo de daños, desiste de la querella. Fue un grave error.
Nota madre
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