EL PAíS
• SUBNOTA › “DE ALLI VENDRA EL NUEVO DIRIGENTE”
Kalki y las camisas negras
› Por R. K.
La organización nazi Partido Nuevo Triunfo (PNT), que lidera Alejandro Biondini, nunca pudo agrupar más de cien o ciento cincuenta militantes, desde que en los años ’80 se apartó del Partido Justicialista. Uno de los puntos más llamativos del proceso de legalización del partido nazi fue la aparición de 8900 fichas de adhesión de ciudadanos de la Capital Federal. El dato resulta más que extraño por cuanto desde 1990, cuando el PNT inició su proceso de legalización, sólo habían presentado 300 fichas. El punto es de importancia, por cuanto el juez Rodolfo Canicoba Corral sostuvo en su momento que el PNT cumplió con los requisitos en cuanto a firmas, pero lo cierto es que la Justicia electoral sólo realizó un control más que superficial sobre la autenticidad de las adhesiones y la organización sigue integrada por un pequeño puñado de adherentes.
Desde el punto de vista ideológico se consideran seguidores de Hitler, algo que no sólo se verifica porque la fecha del nacimiento del Führer es celebrado como el día del partido sino porque, en los cursos internos, Biondini narra una historia asombrosa: que el propio Hitler, antes de morir en el bunker de Berlín, señaló a la Argentina en un mapa y dijo “de allí vendrá el nuevo líder”.
En la página oficial del PNT figura en el Panteón de los Héroes Alfredo Guereño, quien fuera segundo de Alejandro Biondini y que según la organización fue secuestrado el 9 de julio de 1987 por “un comando judío que lo torturó, le cercenó un brazo y arrojó su cuerpo por el hueco de un ascensor desde un noveno piso. Fue un crimen ritual judío. Al cuerpo le habían sacado toda la sangre y pocos días después, el Obelisco apareció manchado con sangre en su cúspide, es decir, los judíos circuncidaron el Obelisco”. La verdad de la historia, según consta en el expediente judicial, es que Guereño estuvo en un asado del partido, bebió sin moderación, tenía dos gramos de alcohol en sangre, el cuádruple de lo que se considera estado de ebriedad, fue a un edificio de la calle Gascón y, según testigos, se le quedó el ascensor entre el piso 13 y el 14. Al tratar de saltar, por la cantidad de alcohol ingerida, cayó al vacío.
Además del uso de las camisas negras, el saludo nazi y realizar homenajes a Hitler y al jerarca nazi Rudolf Hess, Biondini ha bosquejado diagnósticos asombrosos de política nacional e internacional. “Tal vez se dé la existencia de un gobierno mundial, pero yo creo que la Argentina puede llegar a ser una excepción y creo que el sionismo judío va a ser derrotado.” En su publicación señaló, en tiempos de gobierno de la Alianza, que Fernando de la Rúa “es un títere, vestido de fiesta, del Gobierno de Ocupación Sionista que succiona la sangre de nuestros trabajadores”.
La marcha que se les enseña a los escasos nuevos adherentes dice: “El débil burgués se amilana, el Judas extiende su hiel, mas ni el rojo que agita en las sombras podrá con su odio esta vez”. Y el estribillo concluye: “Atención camarada: despierta, que es la hora de otro renacer, nuestra Patria nos llama a la lucha y ya Kalki (Biondini) nos llama a vencer”.
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Kalki y las camisas negras
› Por R. K.