No es la primera vez que Francis Lott interviene en asuntos que tienen que ver en la relación de empresas de capital francés con el gobierno argentino. Su gestión en el país, iniciada en abril de 2003, coincidió prácticamente con la elección de Néstor Kirchner como presidente y no le tocó un período precisamente fácil.
De hecho, consecuencia del cambio de las condiciones en los contratos tras la salida de la convertibilidad, dos empresas concesionarias de servicios públicos de origen francés dejaron estas tierras: Electricité de France, anterior titular de Edenor, y France Telecom, dueña de la homónima empresa de telefonía argentina. También hubo deserciones de capitales franceses del sistema financiero, pero estas decisiones tuvieron una raíz diferente. Y hoy, en medio del conflicto con Suez, todavía resuenan los ecos de los tironeos con Carrefour, una de las cadenas comerciales de las que se sospecha de una conducta abusiva en materia de precios.
Lott, de 64 años, graduado en Derecho y Administración, se dedicó al servicio público desde muy temprano en el área de asuntos exteriores, pero en 1982 se dio un breve respiro para actuar como empresario en el Grupo Havas, en el sector de las comunicaciones y de prensa. Desde ese rol, en 1983 participó de la creación de Canal Plus. Ahora, como embajador, vuelve en algún sentido a la experiencia empresaria de los ’80, como “gestor de intereses privados”.