Al mismo tiempo que los 15 países de la Unión endurecen las condiciones para los emigrantes argentinos la Comisión Europea pretende que la Argentina reduzca la complejidad y duración de los trámites necesarios para el otorgamiento de permisos de trabajo y de residencia para el personal de sus empresas. Se sabe, no es lo mismo un muerto de hambre rosarino que llegue con una mano atrás y otra adelante a escupir fuego en la rambla de Barcelona, que un gerente francés de Aguas Argentinas que vaya a comer con mujer e hijos a Puerto Madero.
En el capítulo de servicios profesionales, como contadores y abogados, Europa reclama que se suprima la exigencia de la reválida de títulos universitarios. En cuanto a las empresas de seguridad, no está dispuesta a aceptar ninguna limitación en el porcentaje de acciones que sus empresas puedan poseer ni en la nacionalidad de sus directores y gerentes. También se opone a la limitación en el número de empleados que en este momento se admite para una empresa privada de seguridad y que no son pocos: nada menos que mil. La Argentina debería levantar además cualquier restricción al acceso de empresas europeas para la prestación de todo tipo de servicios postales y de courier, actividad en la que debería concedérseles el mismo trato a las nacionales. Estos son otros rubros en los cuales se exige de nuestro país un mayor grado de apertura:
u Instalaciones satelitales y satélites artificiales en órbita fija sobre la tierra también servicios satelitales fijos que ofrezcan servicios internacionales.
- Servicios de comunicaciones personales (PCS) y teléfonos móviles. Deberá suprimirse la limitación que actualmente permite a las autoridades locales decidir el número de operadores de PCS en cada área. También, eliminarse el carácter duopólico en la asignación del espectro de telefonía móvil.
- Servicios informativos. Europa reclama que la Argentina asuma el compromiso de abrir su mercado sin restricciones.
- Servicios vinculados con el medio ambiente. Lo mismo exige para una extensa lista de servicios como agua y obras sanitarias, recolección y tratamiento de residuos sólidos y/o peligrosos, reducción de emisiones tóxicas y mejoramiento de la calidad del aire, servicios de reducción de ruidos y vibración, tratamiento y recuperación de suelos y aguas contaminadas, protección de la biodiversidad y el paisaje.
- Transporte marítimo. Con el argumento de alimentar sus servicios internacionales de carga, los quince países de la Unión Europea intentan soslayar la reserva establecida para los servicios de cabotaje. El documento reclama acceso sin restricciones de las empresas europeas al transporte internacional de pasajeros y carga, con su propia bandera y sin necesidad de registrar una compañía nacional; acceso y uso de instalaciones portuarias; movilización de sus propios containers, en sus propios buques, entre distintos puertos de la Argentina y alquiler de buques con su tripulación para navegar los ríos argentinos; manejo de sus propias cargas, servicios de almacenamiento, depósito y despacho de aduana.
- Transporte aéreo. Ninguna restricción debería limitar el mantenimiento en suelo argentino de aeronaves europeas y sus partes, la venta de pasajes y el marketing correspondiente, el servicio de reservas computadorizado, los distintos servicios de tierra. Un anexo especial detalla los rubros en los que los europeos reivindican su derecho a ser tratados como correntinos o pampeanos: supervisión y administración de tierra en el aeropuerto; asistencia a los pasajeros que llegan, parten o están de tránsito; manejo del equipaje; servicios de rampa para estacionamiento y movimiento de las aeronaves, su carga, descarga y abastecimiento; organización y aprovisionamiento de combustible; mantenimiento de los aviones; operaciones de vuelo y manejo del personal; transporte de superficie dentro del aeropuerto; almacenamiento, preparación y entrega del servicio de comidas y bebidas.
- Transporte ferroviario y vial. No será admisible cualquier limitación a la prestación de servicios de mantenimiento y reparación de equipamiento ferroviario o vial ni al transporte de cargas por empresas europeas viales. En todos los tipos de transporte, no habrá restricciones para los servicios auxiliares de almacenamiento y depósito de mercancías.
- Servicios de energía. Todavía no terminaron de elaborarse las condiciones que Europa reclamará de la Argentina, aunque ya pueden enumerarse los servicios científicos y técnicos de consultoría, construcción e ingeniería civil, construcción de plantas energéticas, ductos de largo alcance, líneas de comunicación y transmisión de energía, construcción para las actividades minera e industrial, transporte de petróleo y gas natural, almacenamiento a granel de combustibles líquidos o gaseosos; comercialización de energía.