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• SUBNOTA › GEORGE BUSH HABLO SOBRE SU VIAJE A AMERICA LATINA
“Hay muchos en desacuerdo conmigo”
“Hay gente que está en desacuerdo conmigo en todo el mundo. No importa, es lo que pasa cuando uno toma decisiones”, se despreocupó ayer el presidente de Estados Unidos, George W. Bush. “Entiendo que no todo el mundo esté de acuerdo conmigo, eso no es exclusivo de América latina”, aclaró, antes de viajar hacia Mar del Plata (llegará mañana a la noche) a la IV Cumbre de las Américas, donde se reunirá con otros 33 mandatarios. “Voy a decirles a los líderes y a todo el que quiera escucharme allí abajo que nuestros mercados están abiertos, siempre y cuando ustedes abran sus mercados. En otras palabras, vamos a abrir los mercados”, repitió como una cantinela, para insistir en la iniciativa norteamericana para incluir una declaración favorable al ALCA en el documento final de la Cumbre.
Al contrario de lo que se plantea para la Cumbre de Mar del Plata, donde el gobierno argentino impulsó un debate que se centre más en el trabajo que en el comercio, Bush consideró, dentro del proyecto neoliberal del ALCA, que “en especial cuando se habla de pobreza, los créditos y donaciones palidecen en comparación con el bien que puede hacer en todos los niveles de la sociedad el desarrollo del comercio”.
En una entrevista con la agencia española EFE en la sala Roosevelt, junto al Salón Oval, Bush consideró que “es importante este viaje, porque nos dará de nuevo la oportunidad de hablar de verdades universales. Una verdad universal es que la democracia lleva a la paz”. Además, aseguró que “la buena política exterior comienza en el vecindario”. Relajado y suelto de cuerpo, el presidente norteamericano le restó importancia al rechazo que produce su visita y destacó que “queremos ser buenos vecinos y buenos amigos. Compartimos muchos valores comunes”. Aseguró que esos valores son “el estado de derecho, la Justicia y los derechos humanos”. “Los gobernantes se van. Los principios son los que quedan”, remarcó.
Bush no quiso “hacer pronósticos ni predicciones electorales” sobre el cambio de color de los gobiernos de América, aunque deslizó críticas a Cuba y Venezuela. Consideró que en el régimen cubano “la gente no puede decidir, porque un puñado de personas decide el destino del pueblo. Y eso, a lo largo de la historia, ha llevado al resentimiento, al odio, a las revueltas y a los conflictos”. “Si pensamos que la gente está alterando el curso normal de la democracia, minando instituciones como la libertad de prensa, no permitiendo que la gente ejerza sus derechos religiosos, hablaremos claro y esperamos que otros lo hagan también”, dijo en alusión a Venezuela. Por último, destacó que las elecciones deben ser “libres de influencia extranjera”.
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