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Una rara Cumbre sin declaración
Por el desacuerdo que surgió en torno del tratamiento del ALCA puede que la Cumbre no acuerde una declaración final.
› Por F. C.
Desde Mar del Plata
Luego de una jornada de acusaciones cruzadas en la que el presidente de México, Vicente Fox, amenazó con relanzar el ALCA sin el Mercosur, comenzó a cobrar cuerpo la versión de que la Cumbre de las Américas cerraría sin declaración final, dado el callejón sin salida en el que ingresaron las negociaciones. Si hoy en la última jornada del encuentro no se llega a ninguna fórmula salvadora, en lugar de declaración se designaría a una comisión redactora que se encargará de preparar el documento en el término de 30 o 60 días. La situación, inédita, sería una muestra pública del grado de división del continente.
México había sorprendido al erigirse en las últimas horas en el bastonero de la inclusión del ALCA en la declaración final. Se cree que eso seguramente es producto de un acuerdo con Estados Unidos, quien así pudo salir del primer plano de la polémica. La propuesta mexicana consistía en colocar un párrafo en el que situara la reapertura de las negociaciones por el área de libre comercio en junio de 2006. La propuesta fue avalada, además de Estados Unidos, por Canadá, Chile y muchos países de América Central y el Caribe.
El Mercosur considera que esa propuesta no tiene contenido porque cualquier avance sobre el ALCA queda supeditado a la eliminación de los subsidios agrícolas por parte de Estados Unidos. Como esa eliminación se discutirá en diciembre durante la reunión que la Organización Mundial del Comercio (OMC) hará en Hong Kong. Hasta entonces, explican los diplomáticos de Argentina y Brasil, cualquier declaración sobre integración será pura fantasía. A la oposición del Mercosur se sumó la obvia del venezolano Hugo Chávez que tiene su propia propuesta integracionista, el ALBA.
Pero Fox llegó ayer a Mar del Plata dispuesto a jugar a fondo. Habló de un ALCA sin el Mercosur, dijo que no estaba satisfecho con la declaración en preparación y hasta, ya lanzado, criticó a Diego Maradona. “Hay un deportista metido a política que está haciendo mucho ruido”, lanzó. Además, se quejó en público porque, aseguró, el presidente Néstor Kirchner le había levantado una reunión bilateral que tenían pautada. “Está muy politizada esta cumbre”, se quejó (ver aparte).
Por la noche, Fox fue el único presidente que no participó de la cena de honor de la Cumbre. Dijo que había quedado cansado luego de las reuniones que había tenido con Luiz Inácio Lula da Silva y con Ricardo Lagos.
En la comitiva argentina aseguraron que la reunión nunca había estado confirmada, así que no fue que se levantó sino que sencillamente no se concretó. La desazón de los diplomáticos argentinos tenía que ver con que sus esfuerzos por instalar esta cumbre como la primera de problemática social y laboral –en cierta manera emparentada con las Anticumbres– fue sepultada por la discusión generada en torno al ALCA. En ese ámbito, anoche, perdía entidad la posibilidad de que hoy la cumbre sacara un documento con las dos posturas –una por la mayoría y otra por la minoría, como en los proyectos parlamentarios– y era reemplazada por la de un cierre sin documento, una rareza.
En sintonía con lo esgrimido por los negociadores argentinos, el canciller brasileño, Celso Amorin, sostuvo que “no se puede hacer nada duradero” con el ALCA dada la discusión sobre los subsidios. Igual, invitó a “desdramatizar” la cuestión y dijo que no podía tomarse en serio la amenaza de un área de libre comercio sin el Mercosur. Lo explicó en lo práctico. Sostuvo que existiendo el NAFTA, más acuerdos de Estados Unidos con las naciones de América Central y el Caribe, y otros bilaterales como con Chile, un ALCA sin Mercosur era una suma cero. Más tarde, un funcionario argentino muy cercano a Kirchner ponía esa lógica en números: Venezuela, Brasil y Argentina suman el 75 por ciento del PBI de la región. ¿Qué ALCA sería si los dejara afuera?.. Y ratificaba la postura argentina: “Ellos hablan como si el ALCA estuviera vigente pero lo cierto es que hace 20 meses que está totalmente parado. Nuestra posición es que se debe blanquear esa realidad y mostrar cuáles son sus falencias para que pueda replantearse”.
El texto que defiende el Mercosur –y que tanto enojó a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, cuando el canciller Rafael Bielsa se la leyó por teléfono cuando viajaba hacia Mar del Plata– dice: “Tomamos nota de la dificultades que han surgido en el proceso del ALCA e impidieron cumplir con el compromiso de concluir las negociaciones en enero de 2005”. Para luego concluir con un reconocimiento de que no están dadas las condiciones para establecer un acuerdo de libre comercio “con acceso efectivo a los mercados, libres de subsidios y prácticas de comercio distorsivas”.
Todo indicaría que el texto, junto con el consenso en la región, terminará en el tacho.
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