EL PAíS
• SUBNOTA › LA SALA JUZGADORA SE CONSTITUYO PARA JUZGAR...
A todos menos a Aníbal Ibarra
Los legisladores se reunieron sin el presidente Maier, sesionaron, decidieron constituirse como Sala Juzgadora “en general” pero aún no de Ibarra. No se dieron un estatuto, ni decidieron si seguirán los mismos diputados.
La comedia de enredos e intrigas del juicio político al jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, continuó ayer en la Legislatura, donde se reunió la Sala Juzgadora sin su presidente, el juez Julio Maier. Los legisladores interpretaron que se trataba de una reunión de la sala “permanente” (y no la que “en particular juzga a Ibarra”). El macrismo y la izquierda votaron como presidente ad hoc al kirchnerista Helio Rebot, que mantuvo un fuerte enfrentamiento con Maier en la última sesión, mientras que el ibarrismo se abstuvo por considerar “inconstitucional” la votación. Además, eligieron a tres legisladores para que redacten un borrador del reglamento, que se discutirá en la próxima reunión, el lunes a las 19. Previo a la sesión, el vicejefe de Gobierno, Jorge Telerman, había hecho un llamado para que la Sala Juzgadora “actúe con racionalidad, calma, justicia y la mayor celeridad posible”. Nada de eso ocurrió ayer.
Desde el gobierno porteño enfatizaron el hecho de que la Sala Juzgadora que deberá decidir la suerte de Ibarra es la actual. “Hay una situación paradójica, donde por un lado continuaron cometiendo todas las irregularidades, pero aún con esto le dieron comienzo a la Sala Juzgadora”, explicó a Página/12 un funcionario cercano a Ibarra. “Para nosotros, que se trabaje con el reglamento nos parece auspicioso. Su táctica de que la Sala Juzgadora sea con los nuevos legisladores se les cayó, porque empezó a funcionar”, destacó. Sucede que la composición actual es más favorable al jefe de Gobierno, mientras que la próxima sería hegemonizada por el macrismo y el ARI, ambos impulsores del juicio político. En la Legislatura, el ibarrismo interpretó la sesión como un intento de voltear a Maier.
En realidad, fue poco lo que se decidió ayer: no se votó un reglamento, ni se definió si la actual composición de la sala será la que juzgue a Ibarra. Rodeados de padres de víctimas de Cromañón –que pudieron presenciar la sesión por primera vez, gracias a un fallo del juez Roberto Gallardo (ver aparte)–, los legisladores debatieron durante la primera hora si era legal o no sesionar sin la presencia de Maier. La legisladora de Poder Autónomo Susana Etchegoyen (que salió última en la elección del 23 de octubre) consideró que el faltazo del juez “era una payasada”. Como no tenían presidente, no había quién les diera la palabra, así que durante la primera hora le tuvieron que hacer señas al sonidista cada vez que solicitaban hablar.
Más allá de los matices circenses, los legisladores resolvieron avanzar sobre el reglamento y no sobre el juicio a Ibarra, habida cuenta de la ausencia de Maier. El macrismo y la izquierda impulsaron la votación de un presidente de la “Sala Juzgadora permanente”, mientras que el ibarrismo defendió a Maier y argumentó que no había sido formalmente convocado. Rebot fue elegido como presidente con siete votos a favor. Hubo seis abstenciones por parte del ibarrismo, la kirchnerista Alicia Bello y el socialista Norberto La Porta y un voto a favor del legislador (ex macrista, ex pattista) Ricardo Busacca. ¿Quién optó por Busacca? El propio Rebot.
“Se votó un presidente para la sala permanente. Si Maier hubiera venido, tal vez no hubiésemos tenido que votar esto. El no vino y nosotros le pusimos el cuerpo al trabajo”, cargó la legisladora macrista Paula Bertol, que aclaró que el presidente para el juicio a Ibarra sigue siendo Maier. Desde el ibarrismo, interpretaron que “la elección de Rebot como presidente es inconstitucional”, mientras que un legislador de los que se abstuvieron planteó que “estamos entrando en el terreno del disparate y vamos camino de una nulidad de todo lo que se actuó hoy (por ayer). No figura en ningún lado que la Sala Juzgadora debe autoconvocarse y la Constitución dice clarito que el presidente es Maier”.
Se incluyó en la versión taquigráfica una nota en la que Ibarra pedía que le notifique los cargos por los que está suspendido, pese a que dos legisladores (Etchegoyen y Héctor Bidonde) se opusieron, porque consideraron que nada relativo a Ibarra podía tratarse en esa sesión.Los legisladores debatieron también si era válida la disposición de Maier de tomar como reglamento el Código Procesal Penal o si debían redactar uno propio. El ibarrismo sostuvo la posición de Maier y argumentó que no se podía hacer una norma retroactiva, mientras que el macrismo y la izquierda fueron de la segunda idea. Luego de discutir si el reglamento debía ser “pequeño” o “grande”, se eligió a tres legisladores para que elaboren un borrador, que tomaría como modelo el del Senado. Se eligió a Bertol (PRO), Busacca y Beatriz Baltroc (Autonomía Popular) y se pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes a las 19.
En una conferencia de prensa tras la sesión, hubo distintas visiones sobre la aplicación del futuro reglamento: la legisladora de Poder Autónomo, Susana Etchegoyen, que había amenazado con recusar a Maier, consideró que “Maier no tiene potestad para fijar la norma de la Sala Juzgadora” y que el reglamento sería la forma de “salir de la encrucijada”. Menos vehemente, Rebot sostuvo que “estamos dictando un reglamento para todo juicio político, con excepción del juicio al jefe de Gobierno. No desobedecemos a Maier: más allá de las posturas personales, la decisión de Maier será respetada”. Entre interpretaciones cruzadas, los legisladores deberán debatir en la próxima reunión si el reglamento rige o no para el juicio a Ibarra.
“Por primera vez desde 1998 esta Legislatura hizo una reunión constitutiva de la Sala Juzgadora. Lo que estamos haciendo es terminar con una larga mora sobre el reglamento”, argumentó Rebot, quien consideró que “el Código Procesal no ha sido diseñado para regir un juicio político”, ya que –por ejemplo– no estipula el quórum, ni el tiempo que puede hablar cada legislador. “Cuando Maier nos convoque a continuar, asistiremos”, afirmó. Quedan dudas sobre qué actitud tomará el juez, en un juicio político que sigue danzando alegremente en la cubierta del Titanic.
Informe: Werner Pertot.
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