Mientras se prepara para festejar los 30 años de vida, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) renovó sus autoridades. El pastor José Míguez Bonino, el ex fiscal nacional de Investigaciones Administrativas Ricardo Molinas y el escritor Ernesto Sabato fueron elegidos como presidentes honorarios, mientras que el obispo metodista Aldo Etchegoyen, monseñor Miguel Hesayne y Alberto Pedroncini serán presidentes. En tanto, Susana Pérez Gallart, el rabino Daniel Goldman, Miguel Monserrat y Horacio Ravenna fueron designados vicepresidentes, entre otros. Como vocales fueron elegidos el ministro de Seguridad bonaerense León Arslanian, el titular de la CTA Víctor De Gennaro, el periodista Enrique Vázquez y el ex fiscal del Juicio a las Juntas Julio César Strassera, entre otros. Con la amenaza de la Triple A, la APDH se creó el 18 de diciembre de 1975, tres meses antes del golpe de Estado. Denunció sistemáticamente las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Entre sus miembros, estuvieron desaparecidos el maestro Alfredo Bravo y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. En democracia, aportó sus archivos a la investigación de la Conadep. En la actualidad, es querellante en la causa del Plan Cóndor. Sus miembros celebrarán hoy sus 30 años con una cena en el Centro Cultural Armenio.