La escuela media de Morón que eligieron para el primer encuentro partidario del ARI de la provincia de Buenos Aires, quedó desbordada y hubo que salir a pedir espacio a los clubes cercanos. Alrededor de 1.500 personas se acercaron a debatir en distintas comisiones y a escuchar a Elisa “Lilita” Carrió que cerró la jornada con un discurso rodeada de militantes y vecinos.
La actividad comenzó a las nueve de la mañana, cuando se armaron 16 talleres para debatir la organización interna del partido. La gente del ARI se acercaba a las mesas para acreditarse y ya se veía que la cantidad superaba las expectativas. Hubo que subdividir las comisiones en las que se discutió la política de incorporaciones y alianzas, los órganos de gobierno, el sistema electoral interno, las afiliaciones y la red de comunicación endógena. La diputada nacional Graciela Ocaña relató a Página/12 que estuvo “desde la mañana temprano discutiendo cómo conformar un partido horizontal, federal, democrático y sin los vicios de las organizaciones tradicionales”.
Por la tarde, en las aulas en las que también estuvieron presentes los diputados Marcela Rodríguez y Mario Cafiero, se debatió “la organización de la acción política territorial”. Se analizaron los vínculos con la economía informal, la relación con las redes comunitarias y las estrategias de defensa de los ciudadanos.
Pero el colegio terminó por abarrotarse cuando alrededor de las cinco de la tarde llegó Carrió para hablar cara a cara a sus compañeros de labor política. “Somos militantes que vamos a ser humillados, pero tienen que saber que últimos serán los primeros”, dijo y todos la vivaron. “Construimos como podemos, caminando. Es mentira que vaya a haber dedo, y les aseguro que no va a haber mala fe”, advirtió a los militantes que copaban el gimnasio del colegio. “Que en cada manzana haya un hombre o una mujer que haga circular la información, ése va a ser nuestro canal de comunicación”.
La contienda electoral que se aproxima también fue mencionada y Carrió repartió críticas para todos los enemigos que recordó, como los “operadores mediáticos mafiosos”. También se dedicó una autorreferencia. “Mi pinta estéticamente es insostenible, esta es mi campaña de imagen. ¿Cuántas veces me dijeron que era gorda, sucia, desordenada? Pero ahora, los que me subestimaron, tienen que salir en autos blindados”. Se ganó un aplauso cerrado.
Al hablar de la crisis de representatividad, Carrió opinó que “cuando un grupo de hombres creyeron en sus causas, fundaron los grandes partidos nacionales. Cuando otro grupo de hombres priorizaron sus intereses personales, destruyeron esos dos grandes partidos”. También hubo una consideración para sus compañeros. “No se preocupen, si nos destruyen, sobre todo a mí que me tienen un hambre colosal, habrá otro, lo importante son los principios”, los alentó. “Hay un gran miedo en torno a la traición, se preguntan qué va a pasar si después de ganar los candidatos cambian, pero recuerden que el que traiciona, no sólo lo hace con el otro sino en primer lugar consigo mismo”, sentenció.
Por su parte, la diputada Rodríguez confirmó a Página/12 que “vino más gente de la que esperábamos” y explicó que, si bien se conformó la mesa provincial de manera provisoria, ya que en 180 días quedará definida, todavía no se habla de candidaturas para los cargos de la provincia “porque no es un tema”. En tanto, su colega Ocaña reconoció que trabajar en política en el distrito de mayor adhesión peronista “es un desafío”. “No vamos a terminar como el Frente Grande, que para pelear contra los punteros del PJ terminó haciendo lo mismo”, advirtió. “Pero, igual hay que poder construir un proyecto político sin mezquindades para solucionar las necesidades”.
Cuando el candidato brasileño Lula fue mencionado, los aplausos nacieron espontáneos. “En un año llegamos a ser la segunda fuerza nacional y laprimera en intención de voto para ocupar la presidencia” dijo Lilita a su público, quien para despedirla coreó “Hasta siempre comandante”.