Los cortes de ruta contra las papeleras continuarán, pero ahora serán sorpresivos. Así lo decidieron ayer los vecinos que integran la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, que reclaman que se suspenda la construcción de las dos plantas de celulosa sobre la vera oriental del río Uruguay. Uno de los miembros de la asamblea, Horacio Mello, rechazó la propuesta argentina de mover las plantas al sur de Fray Bentos. “La relocalización sin la adecuación tecnológica es lo mismo que nada. Tendría que haber algún tratamiento del agua”, comentó Mello a Página/12, mientras descansaba con los pies dentro del río que intentan mantener sin contaminantes. “Nos sentimos apoyados por el gobierno argentino, aunque esta solución no los satisface”, aclaró Ana, otra asambleísta. Greenpeace también desechó la propuesta.

La asamblea se reunió ayer por la noche en la Casa de la Cultura de esa ciudad para hacer un balance de las protestas de la última semana y decidir cómo continuarán. “Va a haber cortes sorpresivos y los programados seguirán en el cambio de quincena”, aseguró Mello. Además, empezaron a planear recitales en la ruta. “Por ahora, la idea es que toquen bandas de acá y de Uruguay”, explicó Carlos, de 15 años, que participa de la asamblea de jóvenes. “Uruguay se mostró muy cerrado a explicar por qué eligieron ese lugar. No dialogan y no nos dejan otra opción que hacer medidas de fuerza”, se quejó Mello.

Por su parte, Greenpeace criticó también la idea del gobierno argentino de mudar a las papeleras. “Si las relocalizan, sigue el mismo problema. Es una excusa para evitar la conflictividad social que generan las papeleras. Nadie lo va a ver ni oler, pero el ecosistema va a estar amenazado. Me parece una estrategia a corto plazo y miope”, afirmó el director de comunicación de la organización defensora del medio ambiente, Oscar Soria. Los directivos de Greenpeace se reunirán el viernes con el canciller Jorge Taiana para explicarle su propuesta de un “plan de producción limpia”.