[HTML]El obispo de Añatuya, Adolfo Armando Uriona, proclamó ayer su “total inocencia” frente al caso de abuso deshonesto en el que está involucrado. Uriona definió así su postura frente a la denuncia: “Estoy profundamente en paz con mi conciencia y Dios es testigo de ello”. En un mensaje dirigido “a los feligreses de la diócesis de Añatuya, al pueblo de Dios que camina en la Argentina y a todas las personas de buena voluntad”, el obispo dijo estar “muy golpeado” y que experimenta “un gran dolor, particularmente al ver el modo en el que maliciosamente se ha tergiversado la información y en cómo se ha transmitido”. El obispo dijo que asume la denuncia “como la Cruz que el Señor me regala y le doy gracias porque me ha considerado digno de ser partícipe de sus sufrimientos”.