El docente Raúl Marciano describió ante los diputados los vejámenes que sufrió en su cautiverio durante la dictadura. Militante de la Juventud Peronista, fue secuestrado el 29 de marzo de 1976 junto a su esposa y permanecieron detenidos en un camión celular. Allí reconocieron por la voz a uno de sus compañeros, Gastón Gonçalves, quien les aseguró que estaban en la comisaría de Escobar. “Nos golpeaban, no podíamos ir ni al baño, sentíamos los sollozos y hasta los gritos de una mujer que pedía que no la violaran”, recordó. Marciano ya sabía que Gonçalves había sido amenazado por Luis Patti, tal como lo había hecho “permanentemente con otros compañeros”. Dijo que la esposa del periodista desaparecido Tilo Wenner también le refirió que habían sido amenazados por el ex policía. El cuerpo de Gonçalves fue identificado en 1996 en el cementerio de Escobar, pero estaba allí desde el 2 de abril de 1976. Cuando terminó la declaración, los testigos se abrazaron conmovidos con los hijos de Gonçalves, Gastón y Manuel, que estaban en la sala.