Desde Neuquén

La presencia de los docentes de Santa Cruz y de Tierra del Fuego, más las noticias que llegaban de la represión en Salta, potenció las diferencias de los díscolos maestros neuquinos con la conducción nacional del gremio. Desde la tribuna en la que se exigía “juicio y castigo” por el asesinato de Carlos Fuentealba, también hubo reclamos para que Ctera promueva “un plan de lucha nacional”, que no deje aisladas a las provincias que aún no han comenzado las clases en demanda de mejoras salariales.

“Ctera, escucha, queremos plan de lucha”, coreó la multitud de docentes en Neuquén a lo largo de toda la marcha de ayer y frente al palco en el que también se les cedió la palabra a los maestros santacruceños de ADoSac. “La represión no es un patrimonio solamente del asesino (Jorge) Sobisch, esto está sucediendo a lo largo y a los ancho del país con todos los trabajadores”, dijo el dirigente Armando Apaza.

Después de describir la situación en Santa Cruz, donde tras declarar un paro “porque hoy tenemos más del 60 por ciento del salario en negro”, “vinieron persecuciones, atentados, quema de autos, descuento de haberes, todo tipo de aprietes para quebrar la huelga docente”, Apaza lanzó las críticas a Ctera: “Queremos un plan de lucha nacional, no un paro de 24 horas”.

Las palabras de Apaza tuvieron la rápida aprobación de los docentes neuquinos y los que llegaron desde Río Negro. Desde hace tiempo, ellos también le reclaman lo mismo a la conducción nacional, porque de las demandas salariales “se tienen que hacer cargo no sólo los gobernadores sino el gobierno nacional”.

No fue casual que ningún dirigente de Ctera haya podido estar ayer en Neuquén, y mientras los maestros neuquinos leían adhesiones de la mayoría de las provincias, no hubo mención alguna a la conducción nacional, salvo para reprocharle otra actitud para con los docentes del interior.

Muchos de los conflictos todavía no tienen viso de solución y responsabilizan a la decisión de Ctera de haber avalado el aumento nacional de un salario inicial de 1040 pesos “sin tomar en cuenta las distintas realidades regionales”, como en la Patagonia y especialmente en Neuquén, donde la canasta familiar trepa a “2800” pesos y “un alquiler de un pequeño departamento cuesta 800”.

El paro nacional dispuesto por la central docente en repudio a la represión que asesinó a Carlos Fuentealba y las marchas en todo el país estuvieron lejos de apaciguar las críticas neuquinas.