Néstor Segovia es el delegado que a raíz de la trifulca con la UTA en las oficinas del Ministerio de Trabajo terminó en el Hospital Ramos Mejía, con un pico de presión y un arañazo en la mejilla. “La UTA trataba de convencernos de que teníamos que aceptar sí o sí la propuesta de Metrovías. Nosotros ya habíamos discutido el ofrecimiento con las bases y había sido rechazado; ellos lo quisieron imponer sí o sí, y en la discusión nos amenazaron con que si no firmábamos nos iban a hacer pegar con los colectiveros y otras patoteadas por el estilo. Bueno, me agarraron del cogote y uno me clavó la uña en la cara”, contó ayer. En la reunión estaban presentes un funcionario de Trabajo y otro de la Secretaría de Transportes. Hubo manotazos y el tema no pasó a más, dijeron ayer los delegados, porque a Segovia empezó a salirle sangre por la nariz por el pico de presión. El enfrentamiento entre los delegados de base y la conducción de la UTA es histórico; en los últimos cinco años, ninguno de los acuerdos firmados por la UTA fue aceptado automáticamente por el cuerpo de delegados.