Ninguna definición antes del 24 de junio. Con esa premisa, y apoyado en el amplio triunfo de la primera vuelta, Mauricio Macri recorre el tramo final de su campaña sin arriesgar nada hasta el recuento de votos del ballottage que definirá al futuro jefe de Gobierno porteño. Macri tomó distancia de las proyecciones que lo ubican como el futuro líder de la oposición, pero admitió que “PRO tendrá que hacer un aporte importante”, de cara a la elección presidencial de octubre. Aunque después volvió sobre sus pasos: “Igual, no es mi prioridad ahora; de acá al 10 de diciembre me veo con mucho trabajo para conformar equipos de gestión”, advirtió el ingeniero confiado en el triunfo. Sólo reaccionó cuando lo consultaron por el “optimismo” de Filmus y su vaticinio de que podría producirse un “empate técnico” en la segunda vuelta: “Que se haga cargo de lo que dice”, contestó con gesto adusto el candidato del PRO.

Aconsejado por su equipo de campaña, Macri volvió a dar muestras de obediencia a la estrategia electoral que trazaron sus asesores. Esquivó cualquier definición política hasta después del ballottage, mientras recorría ayer las instalaciones de la sede del SAME en el barrio porteño de Parque Chacabuco junto a su compañera de fórmula Gabriela Michetti y el médico Martín Galmarini, el ex regulador del SAME durante el incendio de Cromañón y actual colaborador del macrismo en la Legislatura porteña.

“Después del 25”, fue la respuesta más repetida por el candidato a no pocas preguntas. “PRO tendrá que hacer un aporte importante”, contestó escuetamente sobre el papel de su partido en el armado de un frente opositor para las elecciones presidenciales de octubre, aunque dijo: “Igual, no es mi prioridad ahora”. Se refería a la conformación de un equipo para asumir el gobierno de la ciudad y desalentar las especulaciones sobre su participación en ese proceso.

“Estoy tranquilo”, dijo Macri de cara al ballottage. Durante los días que faltan hasta el inicio de la veda electoral, el PRO centrará su campaña proselitista en la exhibición de un corto televisivo en el que Macri expresa que “el domingo va a volver a estar bueno Buenos Aires”. El candidato realizará otro maratón de propuestas durante 24 horas, como en la primera vuelta, mientras las huestes del PRO se movilizarán por los barrios para el timbreo de viviendas, con lo que piensan “asegurar el voto” macrista.