“No es seguro que uno de los Kirchner vaya a ganar”, arremetió el jefe de Gobierno electo Mauricio Macri en un encuentro que tuvo con corresponsales extranjeros. Fiel a la estrategia del macrismo de terminar con el mito de la “invencibilidad” del oficialismo, y envalentonado con la doble derrota que sufrió el Gobierno el domingo pasado, Macri dejó trascender que “en la Argentina cinco meses es una eternidad”. Ese es el tiempo que lo separa de las elecciones nacionales en las que ya planteó que ayudará a consolidar “una alternativa”. Una vez más, el jefe esquivó una definición sobre qué cara llevará esa alternativa: “Nos vamos a tomar unos días más para decidir qué vamos a hacer en octubre”.

El futuro ex diputado –presentó la renuncia, tras dos años de cumplir con su promesa de que se trataba de “un trabajo part-time”– se tomó parte de las horas previas a su encuentro con el presidente Néstor Kirchner para dialogar con los periodistas extranjeros en la sede de Compromiso para el Cambio. Allí aseguró que antes de sus vacaciones parisinas pasará por Madrid, donde tendrá un encuentro con el Partido Popular.

Macri destacó que no le parecía que sea seguro, ni mucho menos, que el candidato K –sea “pingüino o pingüina”– vaya a ganar el octubre. “No me parece obvio que Kirchner consiga la reelección porque faltan cinco meses para las elecciones y en Argentina cinco meses es una eternidad”, advirtió el líder de PRO, quien destacó que podría surgir de la oposición “una propuesta superadora que tiene posibilidades de competir con chances”. Curiosamente, usó una expresión similar a la que suele usar Roberto Lavagna para referirse a su candidatura presidencial.

De todas formas, Macri ya advirtió que no le parece posible que haya un gran frente opositor que reúna a Lavagna, Ramón Puerta, Ricardo López Murphy y hasta a Elisa Carrió. El empresario sostuvo que a esta altura “es imposible que se unifique la oposición detrás de una única candidatura”. Reiteró que considera mejor que existan muchas fórmulas opositoras, con la idea de “morder” parte del porcentaje del oficialismo y forzar una segunda vuelta, en la que todos se unirían contra el candidato o la candidata K.

Ante las versiones de que la candidata será finalmente la primera dama, Macri se mostró esperanzado: “Es claro que Cristina, la señora de Kirchner, tiene menos caudal de votos que el Presidente”. Macri destacó que “cada vez más gente piensa que este gobierno, que ha sido un gobierno de transición, debe ser reemplazado por otro”. “Es posible una renovación en octubre, la gente en este país crece y cada vez es más exigente. No da más cheques en blanco”, remarcó el dirigente.