Tal vez porque sabían de antemano cuál era su destino, los radicales K juran que no tenían expectativas. Y no se equivocaron: Cristina Fernández de Kirchner no tendrá a ningún exponente del radicalismo oficialista en su gabinete. Julio Cobos, el referente de ese sector que la acompañará en su gestión como vicepresidente, dijo estar “conforme” con las designaciones de la futura presidenta, pero fue claro acerca de las expectativas que tienen los radicales socios del Gobierno. “Lo importante –dijo el aún gobernador de Mendoza– es cómo se termina de definir el resto de los funcionarios, porque son importantes también los lugares que quedan.”

El reparto de cargos del futuro gabinete dejó con las manos vacías al radicalismo que adhiere a la concertación de Néstor Kirchner y los radicales opositores que controlan el partido no tardaron es hacérselo notar. “Habría que preguntarles dónde están ellos. ¿Le dejarán tocar la campanita a Cobos?”, ironizó el diputado jujeño Miguel Angel Giubergia, alineado con la conducción partidaria de Gerardo Morales.

Desde el radicalismo K porteño, Miguel Pesce, dijo Página/12: “Integramos la coalición política que ganó las elecciones, pero no con el afán de entrar en un toma y daca con la presidenta”. Pesce, vicepresidente del Banco Central, se mostró satisfecho con el nuevo gabinete.

Lo de Cobos y Pesce no fue la excepción: en términos generales, los radicales K no exhibieron signos de disconformidad por no tener lugar en la primera línea del próximo gobierno. “Los dirigentes importantes de este espacio están gobernando”, explicaron los radicales afines al kirchnerismo y recordaron que “Cobos siempre aclaró que no pedíamos ministerios y que la definición del gabinete era potestad de la presidenta”.

La futura presidenta no tomó por sorpresa a su vice. “Me dio una breve exposición de los motivos de cada designación, como también algunos cambios que va a haber”, contó Cobos del diálogo en que la primera dama le avisó de las designaciones. Los radicales K no tenían mayores expectativas sobre el gabinete –se ilusionaban con una vacante–, pero ahora quieren lugares en las segundas líneas. “Lo importante es cómo se termina de definir –remarcó Cobos–. Es una segunda etapa donde seguramente habrá hombres y mujeres de confianza de la presidenta y que trabajaron en este proyecto político que es la Concertación.” La integración de radicales K a la futura administración nacional estuvo presente en las últimas conversaciones del mandatario mendocino con Cristina y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. También el gobernador de Río Negro, Miguel Sáiz, charló al respecto con la presidenta electa. “Estamos hablando y seguramente en los próximos días nos vamos a juntar e informar”, admitió Cobos.