–¿Cómo ve la situación de los cartoneros con el cierre del Tren Blanco?

–Ese es un tema más dentro de otro más general: cómo se compatibiliza el modelo constitucional de una sociedad igualitaria con bolsones de pobreza. El cartonerismo es una expresión, pero también lo tenemos con las villas, los hoteles, los hospitales. Venimos fallando en favor del derecho a la vivienda: no puede haber gente viviendo en la calle. Es inconstitucional. Y la salud debe ser gratuita e integral. Eso debe ser ya, y no un programa para dentro de veinte años.

–Allí el gobierno porteño resolvió priorizar a los porteños.

–Tenemos resuelto –y por eso no prejuzgo– que la Constitución habla de “habitante” y es el concepto más comprensivo que puede existir. Es el que está en un momento determinado en la Ciudad. Si viene alguien de la provincia, el hospital no puede negarle la atención. En la medida en que la reglamentación signifique desnaturalizar los derechos, tendrán algún inconveniente judicial. Por ahora, no tengo ninguna denuncia. Hasta hoy...