La presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a Santa Cruz para participar de un acto de homenaje al perito Francisco Moreno realizado en El Calafate, que a esta altura puede ser calificado ya como su pago chico. Durante la ceremonia sostuvo que la Argentina “está en un punto de inflexión” y aseguró tener “la inmensa voluntad de cambiar las cosas”. Los festejos fueron por el 131º aniversario del bautismo del Lago Argentino y recuerdan la travesía realizada por el perito Francisco Moreno a través del río Santa Cruz hasta llegar a las costas del río Argentino.

La conmemoración se realizó en la plaza principal de la ciudad, a pocas cuadras de donde tiene su casa. Fernández de Kirchner convocó a todos “al esfuerzo colectivo en ese sueño de ese hombre que recorría la patria construyendo ciudadanía, construyendo soberanía”. Estaban presentes el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta; la secretaria de Ambiente, Romina Picolotti; el secretario de Obras Públicas, José López, y el secretario de Turismo, Enrique Meyer. La presidenta repitió que El Calafate es su “lugar en el mundo” y bromeó con el cura párroco del lugar, Carlos Alvarez, a quien retó por la falta de costumbre en el uso de un lenguaje de género: “Buenos días a todos”, dijo el cura apenas tomó el micrófono, cuando recibió como respuesta una recriminación en tono de broma: “¡Y a todas!”, agregó la Presidenta. “Tenés razón, pero no me empieces a retar desde ahora, todavía no arranqué”, retrucó Alvarez.