EL PAíS
• SUBNOTA › COMO FUNCIONA EL SISTEMA DE VECINOS ALERTAS
Las zonas de cuadras solidarias
› Por Mariana Carbajal
“Alerta. Zona de cuadras solidarias. Vecinos vigilantes.” El cartel colgado de un poste o del tronco de un árbol se repite cada tanto en algunos barrios de Burzaco. Más de medio centenar de cuadras de esa localidad del partido bonaerense de Almirante Brown comparten el mismo sistema alternativo de vigilancia comunitaria, ante la inacción policial para protegerlos de los delincuentes y la creciente inseguridad. El proyecto nació unos años atrás y continúa, por estos días, en expansión.
“Aprendimos a mirar: fue lo fundamental, a ver quiénes son del barrio, quiénes son circunstanciales... Qué triste vivir así, ¿no? Y qué triste formar así a las próximas generaciones”, comenta Graciela Ruiz, profesora de Historia, madre de una nena de 10 años y un varón de 16 y viuda desde hace cinco, cuando a su marido lo asesinaron frente al portón de su casa en un intento de asalto. Aquel hecho, que se produjo un mes después de que dos ladrones entraran al living y encañonaron al hijo mayor, por entonces, de 11 años, llevó a Graciela a impulsar la creación de las “cuadras solidarias” desde la Sociedad de Fomento de su barrio, un barrio de chalets y casas con jardín, calles tranquilas y poco transitadas.
“No fomentamos el uso de armas. Lo desalentamos. Se trata de prevención situacional”, explicó a Página/12. En cada cuadra elaboraron una planilla con los teléfonos de los vecinos de la mano par e impar, con los horarios rutinarios de entrada y salida. Así, empezaron a coordinar salir al mismo tiempo los que lo hacían más o menos a la misma hora, para estar acompañados. Y mantener las luces prendidas de los paliers hasta que todos hayan regresado. En todas las casas están los teléfonos de las otras casas de la misma cuadra y ante cualquier señal dudosa o sospechosa, se comunican entre sí dando el alerta y avisando a la policía. Habían establecido un vínculo directo con la comisaría local, pero los últimos cambios en la estructura policial los dejó sin referente conocido.
“La idea es rearmar los lazos solidarios que están quebrados y ganar la calle”, destacó Graciela. En la cuadra en la que vive el veterinario Luis Tognola arreglan que los domingos se quede algún mayor en la calle para que los chicos puedan andar en bicicleta y jugar a la pelota tranquilos. Tanto los hijos de Tognola como los de Ruiz van al Colegio Inmaculada Concepción, cuyo director fue uno de los impulsores de los “corredores de seguridad” para los alumnos.”Estamos trabajando para ampliar las cuadras solidarias y ensamblarlas con los corredores”, comentó Ruiz.
El sistema de “calles solidarias” les dio mayor seguridad en un primer tiempo, pero el aumento de la inseguridad registrado en los últimos meses metió a los vecinos de Burzaco de nuevo para adentro. “Me guardo temprano. En invierno, antes que oscurezca estamos todos adentro. No salgo de noche y si salgo no uso mi auto. Mi hija menor, de 10 años, hasta hace tres meses volvía sola del colegio. Aunque tiene que caminar sólo una cuadra, la busco yo”, comenta Graciela cómo cambiaron sus costumbres últimamentes. Al mayor de sus hijos, de 16, lo lleva a todos lados o se moviliza en remise con un viaje ya coordinado.
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