Sin proponérselo, el apoderado legal del PJ, Jorge Landau, fue el centro de las bromas y, también, de algunas broncas. Abogado especialista en temas partidarios, hombre clave en cada inscripción de candidaturas, Landau pidió la palabra para leer varias mociones. Sentado como un congresal más, propuso la amnistía para los afiliados que compitieron con otros partidos. Luego siguió con otra propuesta, seguramente pensada para adaptar el partido a los tiempos que corren, en los que los derechos humanos se han convertido en una de las banderas del kirchnerismo. En concreto, Landau propuso incorporar a la carta orgánica un artículo que impida que personas acusadas de haber cometido delitos de lesa humanidad en el marco del terrorismo de Estado puedan asumir cargos partidarios. El problema es que al defender la propuesta improvisó un breve discurso. Y allí se confundió y usó la palabra “subversión”.