Dra. Gisela Farías

Me parecen totalmente respetables los testimonios y sí quiero marcar algo. Se está poniendo el acento en que la persona debe vivir por los otros. No es una obligación vivir por los otros. El que elige o solicita una eutanasia es porque ha llegado a un punto clave en el que su propia vida perdió sentido para sí mismo.

Podemos estar de acuerdo o no, podríamos elegir otra cosa o no nosotros en este lugar, pero no es una obligación vivir para el otro, porque el otro nos necesita. La vida es un derecho, entonces; son montones los casos de los pacientes enfermos graves que fallecen justo cuando el paciente más cercano, más querido, se fue. En ese instante se sintieron en la libertad de irse, de descansar, de dejar de tener que luchar. No quiere decir que todos los casos son así, no quiere decir que alguien pide eutanasia y uno va corriendo y le ofrece eutanasia. Es una tarea de exploración, de averiguar si se ha llegado a todos los tratamientos... En nuestro país hay gran suministro de tratamientos paliativos y de asistencia. Esto es aparte, esto es independiente... Pero suponer que alguien tiene la obligación de vivir porque los otros lo necesitan a costa de su sacrificio, a costa de su sufrimiento, eso me parece que no es una protección de un derecho sino un reclamo egoísta de los que estamos en el entorno y no queremos perder a ese ser querido. Pero eso no nos da derecho a quitarle el derecho al otro.