Las giras musicales por el país suelen dedicarle a la ciudad de Buenos Aires el privilegio del cierre, como si esa decisión las justificara. Es, o parece ser, un imperativo de la realidad, aparentemente despojado de carga ideológica. La “ruta de la dignidad” que empezaron a transitar hace una semana Claudio Sosa, Eduardo Guajardo y otros músicos populares, esquiva esa resignada lógica cultural y prefiere adecuarse a una –más democrática, sin dudas– lógica geográfica. Empezó en Ushuaia, siguió en Río Turbio, pasó por Cutral-Có, terminará en el Chaco el 11 de octubre y esta noche, en una etapa intermedia, dejará su huella en Buenos Aires, más precisamente en IMPA, La Fábrica Ciudad Cultural.
Este recorrido sencillo y poco convencional, que elude la más mínima tentación centralista, reconoce un eje mucho más profundo: transcribe musicalmente el mapa argentino de la exclusión social, dándole otra tonalidad a partir de la lucha y el compromiso. La denominada “Ruta de la dignidad” no es un mero rejunte de doce actuaciones en lugares marginales del país, sino, como precisa Claudio Sosa “un aporte para consolidar un encuentro de músicos que estén más involucrados en la realidad argentina”. Los shows se realizan en fábricas tomadas por los trabajadores, en rutas cortadas por piqueteros, en comunidades aborígenes. No hay, naturalmente, sellos discográficos detrás de esta iniciativa. Tampoco productoras ni sponsors. Claudio Sosa y Eduardo Guajardo (artista patagónico que transmitió sus inquietudes sociales en su disco Una mirada al sur) van recogiendo adhesiones espontáneas a lo largo del camino: muchos de esos apoyos se traducen en recitales (músicos que se suman a la movida), pero la solidaridad también se expresa a través de actividades comunitarias de diversa índole. El primer show se concretó en Tierra del Fuego. La sede elegida fue más que simbólica: Renacer, la ex Aurora-Grundig, abandonada por sus dueños, recuperada por los obreros. Titiriteros, grupos de rock, folkloristas, le dieron color a la jornada, entre mates dulces y discusiones políticas. El raid musical-testimonial pasó después por Río Turbio, específicamente por la sede del reestatizado Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF); luego fue la combativa Cutral-Có la que armó un escenario artístico para canalizar la bronca, y ayer los trabajadores de la empresa Zanon, en Neuquén, cantaron los temas de Sosa, Guajardo y demás músicos participantes.
Hoy, en La Fabrica (Querandíes 4290, entre Rawson y Pringles, altura Rivadavia al 4200), el encuentro promete ser multidisciplinario. Desde las 13.30 hasta las 19, con entrada libre y gratuita, habrá música, teatro y cine. Se proyectará el documental Matanza (del grupo Primero de Mayo), que refleja los comienzos de la lucha piquetera. Además de Sosa y Guajardo, actuarán Teresa Parodi, Rafael Amor, Chango Spasiuk, Duende Garnica, Camilo Parodi y Buenos Aires Negro, entre otros. Mañana habrá festival en la Ruta 3, en La Matanza, y el lunes el cantautor Julio Lacarra, antes de su viaje a Europa, se sumará a la iniciativa en La Plata. El miércoles, en Rosario, los músicos tomarán contacto con un supermercado reabierto por sus trabajadores y con el Sindicato de Prensa de esa ciudad. Luego habrá escalas en Fernández, Santiago del Estero (allí se encontrarán con Raly Barrionuevo y vidaleros de la zona), los Valles Calchaquíes (Tucumán), Jujuy, para terminar el jueves 11 de octubre en el Chaco, acompañando un gran acto cultural organizado por los tobas, concebido como un contrafestejo adelantado del descubrimiento de América.