Por Rocío Ayuso *
Desde Los Angeles

Mientras la industria argentina se prepara para una nueva aventura por el Oscar, Hollywood fue escenario de una movida que busca apuntalar la resonancia internacional. Con una gala celebrada la noche del domingo en el teatro Egipcio, en el corazón de esa ciudad de Los Angeles, concluyó la primera muestra cinematográfica de la Argentina, una cita que a partir de ahora se renovará anualmente. “Hablar de una moda sería vano porque la realidad es que desde hace cuatro años el cine argentino está en casi todos los festivales del mundo y, además, ganando premios”, subrayó en el encuentro el realizador Pablo Trapero, quien llegó para presentar su reciente film El bonaerense. Junto a él también estuvieron Gabriela David (directora de Taxi, un encuentro) y Eduardo Mignogna, realizador de La fuga, quien recalcó que la muestra es una iniciativa “muy inteligente” que no sólo acercará el cine de la Argentina a Hollywood sino que atraerá a esta industria a un país con grandes profesionales, pero con una economía en crisis. “Lo que pueden encontrar son muy buenos paisajes, muy baratos y una buena base de técnicos a los que además harán un favor porque, tras la crisis, la industria está en estado de orfandad”, detalló Mignogna. Es un punto en el que coincidió Trapero, quien aseguró que, si bien es difícil hacer cine “por el tema de la devaluación”, esta misma razón ayudará a que crezca el interés de Hollywood. “El interés en el cine argentino está generado por los resultados que está dando”, señaló el realizador en la ceremonia de cierre.
A pesar de las serias dificultades económicas por las que atraviesa el país, su cine vive una temporada espléndida en lo creativo y con buenas cifras en taquilla. Así lo demostró el ciclo de tres días, con un programa compuesto por nueve de los últimos largometrajes argentinos, un nuevo ejemplo del interés que está despertando esa cinematografía en el mundo. Con la candidatura al Oscar del año pasado para El hijo de la novia se reforzó esa impresión, que encuentra nuevos fundamentos en las buenas cifras de taquilla que consigue en su país a pesar de la crisis. Como señaló el cónsul argentino en Los Angeles, Luis María Kreckler, es ese mismo éxito, nacional e internacional, el que generó el ciclo en Hollywood, en respuesta a la necesidad de “organizar una estrategia adecuada” para fomentar el cine de la Argentina en Estados Unidos.
“Que todo sea casualidad es imposible”, indicó Trapero, cuya película figuraba entre las cuatro finalistas para convertirse en la representante argentina en la contienda por el Oscar en la categoría de mejor film extranjero (ver aparte). A sus 31 años y padre de su primer hijo, Mateo, el realizador de El bonaerense dijo el domingo que vivía los rumores previos “con curiosidad e inquietud por saber cómo se va a resolver”. De todos modos, remarcó que lo que más le interesaba de su paso por Los Angeles eran los contactos que pueden abrirle puertas a nuevas formas de producción. “Para eso sirve este ciclo, porque estamos hablando de una muestra en Los Angeles y esto es Hollywood”, apuntó. En la muestra fue condecorada como madrina la actriz y presentadora Susana Giménez, que recibió el honor de manos de Eugenio Zanetti, director de arte argentino afincado en Los Angeles.

* Especial para Página/12, de la agencia EFE.