ESPECTáCULOS
“Buscamos desacartonar el nuevo cine argentino”
Los viernes y sábados el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) está proyectando la versión definitiva de la secuela de “Plaga Zombie I”. Los directores Pablo Parés y Hernán Sáez, que son además los protagonistas, junto a Berta Muñiz y Paulo Soria, explican por qué hacen films de zombies desde la Argentina.
Los ciudadanos de un pueblo del conurbano bonaerense comienzan a sufrir extrañas mutaciones. Sus rasgos se deforman, pierden partes del cuerpo, arrastran los intestinos, la sangre brota a borbotones. Ya no son personas, no están vivos ni muertos... ¡son zombies! Son el resultado de un virus fabricado por alienígenas e inoculado por agentes del FBI, que desbordados por las consecuencias deciden clausurar las fronteras de la ciudad y aislarla del mundo. Una medida que los pocos sobrevivientes no estarán dispuestos a aceptar. Así comienza Plaga zombie: zona mutante, el tercer opus de Farsa Producciones, una agrupación de cineastas oriundos de Haedo que filman en conjunto desde que tienen memoria. Después de su estreno en el Cosmos en 2001, los directores del film Pablo Parés y Hernán Sáez, que son además los protagonistas, junto a Berta Muñiz y Paulo Soria, decidieron cambiar la banda sonora y agregar algunas escenas. La versión definitiva de la secuela de Plaga Zombie I está siendo proyectada todos los viernes y sábados de enero a las 22 en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).
Cuando el llamado nuevo cine argentino aún no había dado sus primeros pasos, Plaga zombie ya estaba en la calle, y algunos medios la señalaban como fruto de un trabajo a pulmón de jóvenes devotos del terror y la ciencia ficción. “En algún momento nos incluyeron dentro de un movimiento, antes del nuevo cine argentino éramos parte de esa gente que hacía películas sin plata. Pendejos de 18 años filmando una película de zombies, sin un mango, era raro. Ahora, dos películas después, somos estúpidos de 24 años que seguimos haciendo las películas que nos gustan. De todas formas pensamos que el nuevo cine argentino está muerto. Incluidos nosotros.” En 2002 Plaga zombie: zona mutante recorrió cuatro festivales en España: Sitges, la semana del terror de San Sebastián, la Mostra de Valencia y Toledo. Próximamente será proyectada en Bruselas. “En todos los festivales funcionó súper bien, la gente la disfrutó mucho y a sala llena. Aparte el público se sorprende de que no sea cine argentino con Ricardo Darín. Pero en algún punto es como que todo es real y todo es mentira. Allá nos invitan, nos pagan el hotel, la comida, el tren, y acá ni siquiera nos proyectan en el Festival de Cine Independiente.”
–¿Por qué una película como ésta no puede proyectarse en un circuito más comercial?
H.S.: –Si una película como la nuestra no se estrena es por dos cosas: porque por un lado nosotros no trabajamos en pos de ese estreno oficial, cumpliendo ciertas normas, llenando ciertos papeles y demás, y por otro lado el tema de los prejuicios. Se necesita un productor que sea más abierto a ciertos tipos de película o a ciertos géneros, como Andrés Vicente Gómez en España, por ejemplo. Pero los productores de acá no se quieren arriesgar, piensan “bueno, está bien si voy a ganar poca plata hagamos cine arte. O no hagamos género”.
B.M.: –Hay todo un discurso de muchos medios y de mucha gente que hace cine y produce cine que tiene que ver con el cine elitista, el cine arte, el cine argentino, donde no hay espacio para nada nuevo.
P.S.: –También creo que estamos en ese momento del cine que la gente que podría producir otras cosas está produciendo sus propias cosas porque no hay medios. Nosotros nos producimos a nosotros mismos para poder hacer las cosas que queremos, no queremos ser la versión argentina del cine de terror, sino simplemente hacer lo que queremos. Y poder lograrlo, porque muchas veces gente que hace cortos re locos, después cuando llegan al largo hacen un bodrio, no se arriesgan.
–En la película utilizan muchos ejercicios de género y de estilo. Se manejan distintos lenguajes a partir del humor o del ridículo. ¿Eso es intencional o va apareciendo a medida que van filmando?
H.S.: –Cuando alguien filma lo que le gusta ver en general no hay nada tan armado. En un punto uno sabe lo que está haciendo, pero quizá despuésde hacerlo, no antes. Hacés tal toma o tal plano porque estás influido por tal persona.
B.M.: –Nuestras tres películas son comedias porque es algo que nos sale en forma casi instintiva, son comedias enmascaradas de películas de zombies.
P.S.: –Todos esos géneros de alguna manera nos asisten por haberlos visto. Que los personajes hablen como los héroes de las películas dobladas tiene que ver con que filmamos pensando en el cine que vimos siempre desde chicos, en el cine que veíamos en “Sábados de Super Acción”.
H.S.: –Es inconsciente, pero concientizado a posteriori. No es necesario intelectualizar todo tanto, si total cada uno sabe que nada de lo que hace es completamente original. Ya hubo gente que hizo terror en la Argentina, ya hubo zombies en Latinoamérica, aunque no en la Argentina. Lo mismo pasa con el llamado nuevo cine argentino, que en realidad es completamente viejo. Y está bien que sea así, lo que pasa es que no se reconoce. No se reconoce que uno está haciendo algo que ya se hizo diez veces. Es como que arde el nuevo cine argentino, pero en realidad son 2 o 3 los que son buenos realmente, Caetano, Trapero, Stagnaro y algún otro. Ellos saben lo que están haciendo. Y lo demás no es más que una excusa para hablar de un movimiento.
–Farsa Producciones, ¿es una agrupación de cineastas que quiere pertenecer a los márgenes de la industria?
B.M.: –No, ésa no es la idea, pero tampoco sumirnos a la industria, tampoco la sumisión.
H.S.: –No es a la industria sino al cine acartonado. En vez de tratar de buscar algo más se quedan en la etiqueta. Es lo mismo que pasa con las bandas de rock. Las compañías buscan gente de la que estén seguros que va a vender, que estén seguros que van a producir ciertas cosas, y no hay riesgo. Nosotros sólo buscamos desacartonar todo este movimiento del nuevo cine argentino.
P.S.: –El problema no es con la industria sino con el snobismo del cine de hoy.
–¿Cómo fue la experiencia en los festivales?
B.M.: –Más que bien. En Sitges, una anécdota, estuvo Alex de la Iglesia mirando la película. El ya conocía Plaga zombie y Nunca asistas a este tipo de fiestas, y salió de ver Plaga zombie: zona mutante y nos dijo: “Hernán, Berta, que me he reído como un enano tío”.
H.S.: –Participar en festivales te da la posibilidad de contactarte con otros productores, pero también te da más ganas de quedarte acá haciendo cosas para la Argentina y para el mundo. Vos en EE.UU. serías uno más, en España serías uno más, pero acá no. Y de acá para allá tampoco, porque no hay otro que haga eso.
–¿Cuáles son sus proyectos?
B.M.: –Ahora estamos escribiendo un guión, y terminando un falso documental sobre un extraterrestre que cayó en un festival de cine europeo y presentó la mejor película de la historia. Lo filmamos mientras recorríamos España con Plaga zombie: zona mutante, y participan Santiago Segura, Alex de la Iglesia y otras celebridades.
Informe: Eugenia García.
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