ESPECTáCULOS
› “EL CASO PETE TOWNSHEND”
Se presume inocente
› Por Esteban Pintos
La opinión pública y los medios ingleses parecen respetar, al menos por esta vez, el derecho a reconocer inocencia hasta que se demuestre culpabilidad, en lo que llaman ya “el caso Pete Townshend”. El guitarrista de The Who, arrestado el sábado pasado bajo la acusación de poseer y manipular imágenes infantiles con propósitos “indecentes”, está libre bajo fianza desde el lunes y permanece encerrado en su casa de Richmond, en la zona Oeste de Londres. Townshend permanece allí, protegido por un cuerpo de seguridad privada que le cuesta 3000 dólares diarios. En verdad, la vigilancia existía desde antes por temor a un ataque del tipo que sufrió George Harrison hace unos años, pero ahora deben prestar atención a otro tipo de amenaza: los gritos de “¡pederasta!” y otros insultos que algunas personas le obsequian desde sus autos.
Sin embargo, la marea parece estar a su favor. La declaración pública que emitió su madre en esta semana fue bien recibida por los medios, tal vez porque la señora Betty dijo que “siempre fuimos, y seguiremos siendo, una familia cristiana devota y por eso continuaremos siempre junto a Pete”. El secretario del Hogar y la Familia David Blunkett, advirtió que no debía caerse en la “histeria” pública en ésta y otras acusaciones (como la que tiene a mal traer al presentador de televisión Matthew Kelly, también detenido en estos días). El funcionario declaró que sería aconsejable que la gente no acuse ni prejuzgue por anticipado, opinión compartida por algunos diarios conocidos por su sensacionalismo. El Daily Telegraph, por ejemplo, editorializó sobre la cuestión y concluyó que “la manía de la paidofilia está inundando el país”. The Independent se inclina por la inocencia de Townshend: “Su declaración es enteramente creíble”, escribió la periodista Deborah Orr.
Además, y como podía esperarse, el mundo del espectáculo salió en defensa del ilustre guitarrista y compositor de varias de las más grandes canciones de la historia del rock inglés. Entre otros, Keith Altham –jefe de prensa y relaciones públicas de The Who durante 20 años–, declaró: “Todo este asunto es absurdo. Siempre lo vi rodeado de niños y su comportamiento siempre fue impecable. Tal vez fue tonto meterse en esa página de Internet, pero eso es todo. El no merece este tratamiento. Merece respeto”. En estas últimas afirmaciones debe encontrarse, tal vez, la clave para entender por qué los medios y la gente –tan propensos a la retroalimentación en estos tiempos– no se echaron encima de Townshend.