ESPECTáCULOS
› LAS MIXTURAS DE DANIEL BARRETO Y JUAN BATALLA
Por los balnearios uruguayos
Los artistas plásticos Daniel Barreto (36) y Juan Batalla (35) investigaron la cultura afroamericana en sus aspectos simbólicos durante el año que pasaron en Uruguay. El resultado es una suerte de arte bruto con énfasis en el erotismo. Firmada por ellos como Ba-Ba, la obra se desarrolla mediante intervenciones artísticas en la costa, y también con la muestra Salvavidas, donde exhiben ensamblajes de materiales de deshecho del mar representando imágenes de los orixás, entidades presentes en el candomblé, umbanda y otros cultos de raíz afro.
Los soportes utilizados son postigos que pertenecieron a puestos de salvavidas desarmados por las tormentas.
La obra de BABA está atravesada por lo sagrado y lo profano. Mircea Eliade –en Le sacré et le profane– observa que el hombre no religioso de las sociedades occidentales sigue comportándose de manera religiosa.
Como escribe Fernando Loustaunau en el catálogo, “en las celebraciones del nuevo año, en sus supersticiones, en los espacios iniciáticos, los hombres ‘desreligiosos’ perpetúan inconscientemente y bajo una forma degradada las prácticas de origen y significado religioso. Casi dos décadas antes, en 1939 Roger Caillois (L’homme et le sacré) señala que lo sagrado ofrece una bipolaridad que se manifiesta en los ritos bajo dos formas opuestas: por una parte, en los tabúes, las prohibiciones y las leyes que imponen un orden inmutable y preservan la unidad del grupo. Por otra parte, en los ritos de transgresión, concretamente en las fiestas y en las orgías.
De ese rico patrimonio, casi inasible aunque tangible, surge BABA, y surge mirando desde el lugar interdicto: un espacio tan negro como la conciencia occidental.
“Revistiéndose de materiales originales –de origen–, la búsqueda no desestima anatomías humanas y transhumanas, ni colores ni texturas, ni espejos que hacen la opción óptica particularmente heterodoxa. Lo profano está dado casi ingenuamente, para dar paso al rito y al ritmo de esa alteridad, de ese cosmos nunca tan... profanado. La orgía es la orgía nuestra de cada día, en un mundo que se jacta de haber levantado las prohibiciones, sin jamás suprimirlas.”
La muestra se presentó en Montevideo, y ahora inició un periplo por otras ciudades uruguayas, como La Paloma (Museo de Arte Contemporáneo, el 24/1); Punta del Este (Galería Casapueblo, el 13/2); Herrería de San Carlos 6/3. Las intervenciones en la costa se desarrollan durante todo el verano.