ESPECTáCULOS
› PABLO GRANADOS, PACHU PEÑA Y FREDDY VILLARREAL
“Ya no podíamos innovar”
Los tres ex Videomatch, que largan su primer ciclo propio, prometen renovar un clásico de Sofovich: “La peluquería de Los Mateos”.
› Por Emanuel Respighi
Luego de formar parte del staff de humoristas de “El show de Videomatch” durante una década, Pablo Granados, Pachu Peña y Freddy Villarreal se cortarán solos. Desde el próximo lunes, los cómicos probarán por primera vez su talento fuera del ciclo de Marcelo Tinelli, al frente de “La peluquería de Los Mateos”, una nueva versión del tradicional programa ideado por Gerardo Sofovich. “Va a estar renovado. Como tendrá un formato diario hubo que modificar la estructura originaria. No girará alrededor del sillón del peluquero y del invitado. Va a disparar una galería infinita de extraños personajes y ambientes. La única forma de enganchar al público es sorprendiéndolo constantemente”, remarca Peña en la entrevista con Página/12. El ciclo irá de lunes a viernes a las 21, por Canal 9.
Además del trío, “La peluquería...” contará con la actuación de Rolo Puente (un clásico del programa) y un extenso elenco de mujeres cuya virtud más visible es la belleza de sus cuerpos. Pero la edición 2003 de “La peluquería...”, sin duda alguna, tendrá un invitado insospechado: el periodista Eduardo Feinmann. “Lo incluimos porque nos parece un tipo que a la gente le cae muy bien, es muy popular y, sobre todo, querido”, comenta Granados, entre risas. “Decidimos incorporarlo cuando hace poco lo vimos en la puerta del canal firmándoles autógrafos con mucha onda a unos chicos que tomaban vino de cartón...”, dispara y vuelve a reírse, antes de aclarar que ellos no tuvieron nada que ver con la inclusión de Feinmann.
–¿Por qué decidieron abandonar “El show de Videomatch”?
Pachu Peña: –Simplemente, porque tuvimos una buena propuesta de Gerardo (Sofovich), tanto laboral como económicamente. Nos resultó atrayente hacer un programa que tiene mucha historia y en el que estuvieron muchos grandes. Y como en Telefé no había nada concreto, decidimos dar el salto. Queremos hacer un ciclo con el que la gente vuelva a reírse.
Pablo Granados: –En “Videomatch” habíamos cumplido una etapa. Ya no teníamos cosas nuevas para sorprender al público, habíamos llegado a un techo. Podíamos haber seguido haciendo notas, musicales, parodias... pero no podíamos innovar mucho en el humor. Era quedarnos para hacer el mismo humor. Esta propuesta nos sedujo porque nos renovaba, algo que los humoristas necesitamos continuamente para no desgastar a la gente.
–¿Los perjudica la realidad argentina a la hora de hacer humor?
Freddy Villarreal: –Aunque suene extraño, la realidad nos potencia porque la gente tiene más necesidad de reírse. Es notable que los países y las razas más castigadas son los pueblos más alegres, como pasa con la raza negra. Pero a la hora de crear, la realidad es un continuo mazazo en la cabeza. El humor es necesario hasta en la tragedia. Muchas veces es una válvula de escape a la presión que se vive. Hay que fomentarlo cuando más se lo necesita, que es cuando las cosas están mal.
–¿Qué tipo de humor tendrá el programa?
P. G.: –Un humor que se consuma rápidamente. Que haga reír tanto a Doña Rosa como a la vieja que va al Patio Bullrich.
F. V.: –Simplemente un humor que haga reír. No hay chiste que no haga quedar mal al ser humano. Todo chiste conlleva una degradación de valores del ser humano, tanto morales como físicos. Nos reímos del narigón, del gordo, del cura borracho... Por eso me río cuando alguien dice “hagan humor sin faltarle el respeto al ser humano”. Es imposible. El problema surge cuando se analiza con seriedad a los programas de humor. No hay que tomarlos en serio.
–¿Qué rol juega la improvisación en su manera de trabajar?
F. V.: –Nosotros laburamos a fuerza de improvisación: la sorpresa es fundamental. A veces salimos con chistes que ni nuestros compañeros conocen. Es un código nuestro para entretenernos y sorprender al público. Si sale piola queda y si no se hace de nuevo.
P. P.: –Y si no sale nos salvará Rocío Marengo con algo de Shakespeare o con uno de sus clásicos monólogos...
P. G.: –Sí, con sus monólogos de la vagina.