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Alrededor de 40 largometrajes, una docena de cortos y un lote indeterminado de videos sobre la actualidad política argentina –distribuidos en las diversas secciones del festival– constituyen la representación local en la programación del 5º Bafici, sin contar los trabajos en proceso que se presentarán en la sección “Work in Progress”. La cifra está a la altura de las expectativas de los programadores de festivales, productores, periodistas y críticos que bajan por estos días hasta Buenos Aires, atraídos por el perfume de esa nueva “niña bonita” del calendario internacional, llamada Nuevo Cine Argentino. Teniendo en cuenta los antecedentes del festival que las cobijará –donde tuvieron su première internacional desde Mundo grúa hasta Tan de repente, pasando por Balnearios y Ciudad de María–, no hay por qué suponer que la calidad de las películas presentadas no lo estará también.
El pelotón está encabezado por las tres películas que serán parte de la competencia oficial. Dos de ellas son óperas primas: Ana y los otros, de Celina Murga, y Nadar solo, del veinteañero Ezequiel Acuña. Presentada hace apenas unos días en Toulouse, Francia, Ana y los otros fue calificada de “maravilla” por el crítico del diario Libération, Edouard Waintrop, conocedor a fondo del cine argentino contemporáneo. Con elementos autobiográficos, la película de Murga presenta el regreso de una chica a su Paraná natal, donde confrontará sus recuerdos e ilusiones con las peculiaridades provincianas. A la sombra del cine de Martín Rejtman, Nadar solo representa una nueva incursión del cine argentino en las incertidumbres e indecisiones de los adolescentes porteños de clase media, aquí y ahora. La tercera película argentina en competencia es Los rubios, donde Albertina Carri (cuya ópera prima, No quiero volver a casa, ya había competido en el Bafici tres ediciones atrás) sigue las huellas de sus padres, desaparecidos por la dictadura militar, en un registro que, según se anticipa, no guarda la menor relación con ninguna de las películas argentinas que trataron el tema con anterioridad.
Un célebre cineasta desaparecido, Jorge Cedrón, merecerá a su vez una retrospectiva completa en el marco del festival, incluyendo la proyección de sus films más famosos (El habilitado y Operación masacre) y la presentación de un libro sobre su vida y obra, a cargo del especialista Fernando Martín Peña. Como ocurriera el año pasado, en la sección “Lo nuevo de lo nuevo” volverán a presentarse documentales y films de ficción recién salidos del horno. Entre los primeros se destacan Yo no sé qué me han hecho tus ojos, una investigación sobre la mítica cantante de tangos Ada Falcón –realizada en conjunto por el crítico Sergio Wolf y la realizadora Lorena Muñoz–, Flores de septiembre (sobre la represión militar en el Colegio Carlos Pellegrini) y Trelew, que da cuenta del fusilamiento de presos políticos producido en agosto de 1972 en el penal de esa ciudad patagónica.
Entre las películas de ficción que presentará “Lo nuevo de lo nuevo” figuran Extraño (ópera prima de Santiago Loza que viene de ganar un premio en Rotterdam), Imposible (segundo largo de ficción de Cristian Pauls, que originalmente iba a llamarse Nocturno), Sudeste (sobre el relato homónimo de Haroldo Conti) y Potestad (sobre la obra teatral de Eduardo Pavlovsky). Además, habrá muestras de cine bizarro argentino en la sección “Del crepúsculo al amanecer”, un documental sobre lesbianas (Lesbianas de Buenos Aires) en la paralela “Huellas de lo real”, y tres programas de videos sobre la actualidad política agrupados bajo el título “La vuelta de la revuelta”. El cierre del festival quedará a cargo de ese adelantado del nuevo cine argentino que es Raúl Perrone, quien presentará su nueva película, La mecha.