ESPECTáCULOS
› MUSICA POPULAR DE CAMARA
Oír mientras se toca
Pensar que la música se divide en popular y clásica choca permanentemente con evidencias de que no es así. Sostener, como algunos, que en realidad hay una sola música y que sus categorías son, simplemente, la buena y la mala, no es menos refutable. Y es que, en realidad, a partir de los movimientos de circulación de la cultura posibilitados entre otras cosas por los medios de comunicación masiva, las músicas son infinitas. Si es cierto que puede hablarse de una tradición occidental y escrita por un lado y de tradiciones populares por el otro, también lo es que existen cantidades de géneros y obras donde los materiales de una de esas tradiciones aparecen trabajados con los procedimientos de la otra. El compositor y guitarrista Guillo Espel disfruta en esas fronteras y en los territorios difíciles de definir y lo hace tanto en sus obras clásicas (como las estrenadas por orquestas como la Sinfónica Nacional) como con su grupo de cabecera, el trío La Posta. Y esta vez estrena un nuevo grupo, en el que los cruces de tradiciones son aún más evidentes. Partiendo de una de las ideas básicas de la música de cámara, “oír mientras se toca”, formó un cuarteto junto a Marcos Cabezaz (marimba y vibráfono), Diana Griot (violoncello) y Patricia Lamberti (piano) y lo presenta hoy a las 22 en Noavestruz (Humboldt 1857). El repertorio está integrado por obras propias y ajenas, en arreglos de los propios integrantes del grupo.