ESPECTáCULOS
Ahora, las calles de San Francisco empiezan a ser cosa de mujeres
“The Division”, la serie que estrena hoy a las 20 la señal de cable Cosmopolitan Televisión, muestra a una brigada femenina que se mete en asuntos serios, pero no puede evitar enredos y desencuentros.
› Por Roque Casciero
Entre 1972 y 1977, Karl Malden y Michael Douglas recorrieron “las calles de San Francisco” con la misión de imponer la ley. Pero los tiempos han cambiado: en “The Division”, la serie que estrena Cosmopolitan Televisión (Canal 39 de Cablevisión, 42 de Multicanal y 76 de Telecentro) hoy a las 20, la ciudad californiana está protegida por un grupo de damas que harían henchir de orgullo a la mismísima Angie Dickinson, la legendaria “Mujer policía” de los años ‘70. Esta es una división muy especial, comandada por la capitana Kate McCafferty y con cuatro detectives muy diferentes, aunque eficientes cuando de combatir criminales se trata.
El capítulo inicial de la serie (que en Estados Unidos ya va por su tercera temporada) plantea enseguida cómo viene la mano con las señoras y señoritas policías. En un bar están celebrando el inminente nacimiento del bebé de una compañera de trabajo, mientras un grupo de hombres se la pasa haciendo brindis eufóricos. Cuando uno dice estar armado, todas le apuntan antes de que el pobre borrachín pueda sacar... una pistola de juguete. Como sucede siempre con los capítulos iniciales de las series, en el piloto de “The Division” se vislumbran las personalidades y conflictos de cada una de estas mujeres de armas tomar. Las características íntimas de las protagonistas tendrán, al parecer, tanta importancia como los casos que investigan. O sea que habrá romances y desencuentros, además de tiros, puñaladas, tráfico de droga y prostitución. La capitana McCafferty (encarnada por Bonnie Bedelia, quien era la mujer de Bruce Willis en Duro de matar), por ejemplo, es una feminista madre de una joven rebelde, con piercings y corte de pelo punk, que quiere abandonar sus estudios y casarse. La inspectora Candance De Lorenzo (Tracey Needham) es una gélida rubia a la que sólo le interesa ser cada día mejor en su trabajo y demostrar todo lo ruda que puede ser. A ella le asignan una compañera novata, Raina Washington (Taraji Henson), que sorprende por su inteligencia y su puntería. La detective latina Magda Ramírez (Lisa Vidal) es una madre soltera cuya mayor preocupación es educar bien a su hijo. Y Jinny Exstead (Nancy McKeon) cumple con todos los requisitos para que las abuelas la consideren “un tiro al aire”: se va a la cama todas las noches con un hombre distinto y arma un flor de embrollo en un caso. En la División también hay un varoncito, el inspector Nathan Russo (Jon Hamm), que trabaja junto a Ramírez.
En el capítulo que se verá mañana, De Lorenzo y Washington tienen que develar el asesinato de un famoso psicoanalista de la alta sociedad que trata casos de criminales en recuperación. En el arma homicida se encuentran las huellas de seis ex convictos, pero los motivos de los disparos son de orden más doméstico. Mientras, Ramírez y Russo siguen la pista de una organización mafiosa china que esclaviza a inmigrantes ilegales, aunque el líder se les escurre entre los dedos. Y Exstead arma una charada (con la excusa de un concurso por un auto deportivo) para encarcelar a unos cuantos chicos malos de un plumazo, sin tener en cuenta que en San Francisco las computadoras también hacen cosas raras. En lugar de los malhechores, los invitados al sorteo (que es televisado en directo) son quienes figuran en la lista de clientes de una famosa madama de la ciudad. Pero el resultado no es tan malo, al menos desde la óptica feminista de la capitana: un senador habitué de las prostitutas vip llega para reclamar el premio, queda escrachado por la tv y su mujer le pide el divorcio.