En un hospital público hay mucho más que médicos intentando curar enfermos. Detrás de la tarea profesional se mueven historias de vidas que se entrecruzan inevitablemente, en una comunión de relaciones afectivas que trascienden el vínculo “profesional” entre médicos y enfermos. Esa compleja gama se profundiza aún más en un país como la Argentina, donde el sistema de salud se encuentra desde hace décadas resquebrajado. Continuando con una línea temática comenzada por “Okupas”, “Tumberos” y –en menor medida– “Disputas”, es decir reflejar cómo transcurre la vida en un universo cerrado, la televisión estrena hoy una nueva serie de ficción social. “Hospital público”, que irá por América todos los martes a las 23, contará historias de la vida cotidiana enmarcadas en un hospital estatal argentino. La idea es un programa en el que la ficción se confundirá muchas veces con la realidad, a través de situaciones dramáticas, tragicómicas, emotivas, dolorosas.
Este regreso de América a la ficción, después del éxito de “Tumberos” en la temporada pasada, centrará su mirada en una institución tan polémica como necesaria para el 80 por ciento de la población argentina. En el unitario, dirigido por Edi Flehner (productor de Cohen vs. Rosi, Comodines, 76-89-03), trabajan Mauricio Dayub, Virginia Innocenti, Pablo Rago, Natalia Lobo y Mimí Ardú, entre otros. “Hospital público” narrará la complicada vida profesional y cotidiana de un grupo de médicos y trabajadores de la salud. Si bien la trama de la serie de unitarios estará particularizada en un caso médico que comenzará y terminará en cada capítulo, las relaciones afectivas que se entablan entre el personal del hospital irán desarrollándose a lo largo de los 13 episodios que dura la temporada (que puede extenderse al doble si el rating acompaña).
En este sentido, el paralelismo con la serie estadounidense “ER Emergencias” –que en la Argentina se puede ver por la señal de cable Warner– es insoslayable. Claro que las series tienen dos enormes diferencias que saltan a la vista y, por ende, las distancian. La primera es que la trama no se desarrolla en un tecnologizado hospital público estadounidense, sino que todo transcurre en territorio argentino, con la consecuente falta de insumos, un edificio que se viene abajo y sueldos atrasados. La segunda diferencia es también visible: no está George Clooney.
“Indagar en un problema como el de los hospitales públicos no es un tema marginal”, le cuenta a Página/12 Flehner. “¿Quién no estuvo alguna vez en un hospital? Poca gente conoce los okupas y mucha menos las cárceles. En cambio, todo el mundo conoce los hospitales. Es un tema que tiene que ver con la gente desde siempre, que involucra a todos. Tiene que ver con la vida de los argentinos: es un hospital real, con paredes, sillas, caras y problemas que poseen la textura del país”, señala. Dayub, por su parte, anticipa que en la serie “se va a ver la parte médica como habitualmente no estamos a acostumbrados a ver en la tele”. “Nadie –cuenta el actor– sabe lo extraño que son los casos que llegan a un hospital. Un hospital público es básicamente un lugar de contención de mucha gente, donde los médicos y las enfermeras no sólo cumplen con su tarea: también realizan una tarea social impresionante. Los médicos deben escuchar y aconsejar a mucha gente que va al hospital público porque no tiene a dónde ir.”
Los casos médicos que se tratarán en “Hospital público” serán reales, aunque tamizados por los ojos de la ficción. En el primer capítulo se aborda un accidente de colectivo que permite a los médicos acceder a un caso de violencia familiar, que producirá un debate ético entre los médicos. “Pero la visión de los personajes de la serie no va a ser la de héroes”, aclara Rago. “Los verdaderos héroes son los médicos argentinos que trabajan, en condiciones deplorables, en un hospital público de hoy... Ellos son los que diariamente exponen su vida para salvar vidas humanas y hacen mucho más de lo que deberían hacer. Son héroes modernos.”