Muchas son las cosas que se dicen acerca de lo que el amor es capaz de lograr. Que cuando hay amor nada importa, que el amor se puede sobreponer a cualquier desgracia, que el amor es capaz de derribar toda barrera religiosa, ideológica o política... Pero también que es posible matar por amor. ¿Qué ocurre cuando una persona mata al ser más amado? ¿Cuál es el mecanismo que funciona en la mente de quien pasa abruptamente, sin escalas, del amor al odio? Estas son algunas de las cuestiones que se indagarán en “No matarás”, el nuevo programa testimonial que Canal 13 estrenará mañana a las 23. Conducido por la periodista María Laura Santillán, el ciclo contará trece crímenes pasionales –uno por envío– a partir de las palabras de quienes dieron el cruel paso que separa el amor del odio.
La utilización del quinto mandamiento religioso para titular al ciclo se debe a la línea editorial que tomará “No matarás”. “El programa –explica la conductora a Página/12– se podría haber llamado ‘Amores que matan’. Pero nos decidimos por el título ‘No matarás’ porque es una toma de posición: significa que nadie se puede adueñar de la vida de otros.” Contando únicamente con las palabras de los asesinos, cada uno de los envíos del programa está musicalizado con canciones de un mismo intérprete, desde Chavela Vargas hasta Ismael Serrano. “La música acompañará el relato de estas personas que, por dolor, celos o venganza, toman la decisión de terminar de la peor forma una relación”, apunta Santillán, quien adelanta que por razones de tiempo la temporada 2003 de “Telenoche investiga” –que comienza en octubre– no superará los seis episodios.
–¿El formato será similar al de “Historias del crimen”, el ciclo que hasta la semana pasada emitió Telefé?
–No es un programa policial. No hay ficción ni dramatizaciones. En cada envío no habla conmigo más que el o la protagonista. No va a haber peritos, jueces, abogados ni familiares. Es un ciclo periodístico testimonial en el que la muerte es la tragedia final. “No matarás” contará historias de amor y pasión que terminan en un crimen.
–¿Qué pretende transmitir el programa?
–La gente se va a dar cuenta de que hay muchos puntos en común entre los mismos asesinos, y los asesinos y los ciudadanos. El programa va a replantear algunos puntos del imaginario social: si la gente sigue sintiendo que somos distintos o parecidos a los “malos”, si los buenos son tan buenos y los malos tan malos, si esta situación podría pasarle a cualquiera. Está claro que amar es otra cosa, no matar. Amar está relacionado con sentimientos positivos: dar, perdonar, ser paciente, tener piedad, sobrellevar situaciones dolorosas.
–¿Cómo encontró a los victimarios en los reportajes?
–Matar no le hace bien a nadie. Las personas que mataron no vuelven a ser las de antes. La mayor parte de las personas están arrepentidas de lo que hicieron. No sólo por eso sino también porque después vivieron un infierno: la cárcel, la condena social, la afectación a su familia... El crimen les cambió el alma. Hay personas que piensan que están viviendo un sueño, que su pareja volverá en algún momento. El que mata, vive en un infierno mucho peor que el que sentía antes.
–¿Por qué cada envío se cierra frente a la tumba de la víctima?
–Nosotros profundizamos en cómo una persona llega a matar. Pero nos parecía que había que mostrar que detrás de cada historia hay una víctima, que no nos olvidamos de la persona muerta. Aunque, si bien se habla de la muerte, en la mayor parte del ciclo se habla de amor.
–Después de haber escuchado los testimonios de varios asesinos, ¿cambió su relación con el amor y la criminalidad?
–No. Aunque el periodismo es una especie de thriller psicológico. El periodismo es meterse un poco dentro de las cabezas de la gente, investigar cuán diferentes son y encontrar la verdad. ¿Es corto o largo elcamino del amor al odio? ¿Se puede llegar al odio sin darse cuenta? ¿Cómo una persona puede matar a quien más quiere? Esas preguntas aparecen antes y después de ver el programa. Y son interesantes para hacerse.