ESPECTáCULOS
› GÜNTER GRASS LANZA EN ALEMANIA “ULTIMAS DANZAS”
Entre los bailes y la carga erótica
El amor por el baile, el erotismo y la experiencia de la guerra son los temas centrales de Letzte Taenze (Ultimas danzas), el nuevo libro de poemas y dibujos del Premio Nobel de Literatura alemán Günter Grass, que saldrá hoy a la venta en el mercado alemán. El nuevo libro del autor de El tambor de hojalata surgió de un proceso de creación típico del alemán, quien tras terminar una novela toma distancia del trabajo narrativo y empieza a pintar o a esculpir, lo que en ocasiones le inspira la creación de poemas. El primer poema de Ultimas danzas da cuenta de ese proceso en la medida en que Grass cuenta cómo, tras terminar su novela A paso de cangrejo –centrada en la tragedia del hundimiento de un barco con un buen número de pasajeros civiles durante la II Guerra Mundial– quiso ocuparse de un tema alegre. Ese tema fue la danza: el escritor empezó a esculpir figuras de parejas danzando que luego dieron paso a dibujos, primero sobre el mismo tema y más tarde con representaciones eróticas.
El intento de Grass por alejar el horror y refugiarse en el goce del baile y el sexo se encuentra sin embargo con las complicaciones de su propia biografía, en las que el despertar sexual y el aprendizaje de la danza se dieron durante la Segunda Guerra. En el segundo de los poemas, “Aprendizaje temprano”, el autor indica cómo aprendió a bailar desde niño porque “los hombres estaban en la guerra” y “las muchachas, por escasez y ganas de bailar”, se resignaban a los menores. En una entrevista con la revista Der Spiegel Grass aseguró que, por ser tomado en cuenta por las muchachas porque los hombres que hubieran preferido estaban en el campo de batalla, se convirtió en “un beneficiario de la guerra”. Pese al reconocimiento de esa condición, que implica una cierta sensación de culpa, el escritor se solaza recordando su “juventud bailada” aunque, desde sus 75 años, su evocación es de a ratos melancólica por la conciencia de la fugacidad de la vida. En otro poema, “Blasfemo”, Grass amaga con mezclar el gozo erótico con la blasfemia al contar un sueño en el que “yo era el Arcángel conocido y la Virgen –sí, María– me reconocía con las piernas abiertas”. No obstante, el poema se convierte en una reflexión melancólica sobre el futuro: “Quise levantarme blasfemo y maldecir mi origen católico, pero entonces empecé a preocuparme por mi hijito por el futuro conocido del pequeño redentor”.