ESPECTáCULOS
› COMO AFRONTAN LA CRISIS LOS CANALES DE AIRE Y LAS PRODUCTORAS INDEPENDIENTES
“Tenemos que estar todos colgados del travesaño”
Mientras emiten enlatados y hurgan en el archivo, los gerentes de programación preparan una temporada austera y sin riesgos. Las empresas de Tinelli, Pergolini y Suar, grandes ganadoras en la década del ‘90, deben lidiar con canales endeudados y piensan sobrevivir vendiendo ciclos al exterior.
› Por Emanuel Respighi
“Hubo un tiempo que fue hermoso...”, podría parafrasearse en el ámbito de la televisión, aludiendo a la canción de Sui Generis. Todavía la cantan con nostalgia las dos patas más importantes de la industria televisiva: los encargados de la programación de los canales y los productores independientes. La ecuación es sencilla: las empresas no venden, se achican y disminuyen su presupuesto en materia de publicidad. ¿Consecuencia? La TV no tiene dinero para planificar la programación televisiva para este año.Página/12 dialogó con representantes de los canales de TV abierta y de las productoras independientes, para que describan la situación actual. La conclusión es unánime: “No hay plata, pero haremos la mejor TV posible”.
Si bien la crisis económica no tomó por sorpresa a los jerarcas de la TV, la forma en que se desencadenó en los últimos meses ha modificado el pronóstico que los hacedores de la pantalla chica habían realizado para el 2002. Si en el último año los ingresos en materia publicitaria disminuyeron un 40 por ciento en relación con la cifra alcanzada en el 2000, el diagnóstico para este año es aún más desolador. Y la realidad parece ratificarlo: entre enero y febrero el paquete publicitario ya bajó otro 20 por ciento. “Todo lo que pasó desde octubre del año pasado hasta el día de hoy ha hecho que la torta publicitaria bajara mucho”, explica Adrián Suar, dueño de Pol-ka y asesor externo de la gerencia de programación de Canal 13. “Algunos proyectos se bajaron y otros siguen su curso. Este será un año más austero para la TV, por lo que habrá que forzar al máximo la creatividad.” En la misma línea que Suar, Claudio Villarruel, director de programación y contenidos de Telefé, asegura que “por suerte, Telefé tiene las finanzas en orden, pero aún se nos adeuda buena parte de las publicidades del último año. La TV siempre vivió de la publicidad, y hoy lamentablemente ha disminuido mucho. Todo cambió. Pero, a pesar de eso, estamos tratando de sacar los programas que teníamos fijados”.
Ante la descripción realizada por los responsables de las principales señales de TV abierta del país, los canales se vieron obligados a repensar sus programaciones. Los invade la obsesión de maximizar la rentabilidad a toda costa. Un programa ya no sólo tiene que tener éxito, también debe -fundamentalmente– generar dinero. “Hay ciclos proyectados que se harán realidad en función del desarrollo de la economía. Tenemos que adaptarnos a la realidad. En la medida en que entre dinero vamos a producir, agudizando el ingenio para generar programas baratos y que funcionen. Porque hoy en día podes meter un éxito y no facturar. Y eso no conviene”, analiza Villarruel. Por el momento, la mejor fórmula que encontraron los canales para sobrellevar la situación económica fue meter mano al archivo y a los enlatados. En la grilla actual se pueden ver viejos envíos de “El show del Chavo”, “Alf”, “Los tres chiflados”, “Los Simpson” o “Poliladron”. Algunos con sorprendente rating y otros cumpliendo al pie de la letra su función: tapar los huecos de la grilla.
Los constantes cambios económicos no permiten planificar ni siquiera a mediano plazo las grillas televisivas. Y tampoco otorgan estabilidad para realizar grandes inversiones. En consecuencia, el funcionamiento de la TV ya no es largoplacista, como lo era en otra época no muy lejana. “Se trabaja trimestre a trimestre. Esa es la realidad. No creo que sea la realidad final de la TV. Soy optimista y pienso que a partir de mediados de año mejorará la situación. Pero habrá que acomodarse al país”, apunta Suar. Lo mismo sucede en Telefé, aunque Villarruel va más allá: “No podemos producir con tiempo. Los anunciantes, frente a la crisis, decidieron bajar el pulgar en términos de inversión publicitaria”.
La relación entre los canales y las productoras independientes cambió sustancialmente. Las deudas que acumularon los canales con las productorasse tornaron insoportables para estas últimas. La mayoría debió modificar su estructura. Once Puntos, encabezada por Jorge Guinzburg, se disolvió aun cuando es una de las pocas empresas con las que América se está poniendo al día. La otra “beneficiada” por el canal de Carlos Avila es Cuatro Cabezas, que dirigen Mario Pergolini y Diego Guebel. A pesar de la vuelta de “CQC” y de “Puntodoc/2”, la productora congeló el regreso de “El rayo” y de “El bar”.
Pero, sin dudas, quien parece haber sentido con mayor crudeza la crisis de la TV fue Ideas del Sur, la productora de Marcelo Tinelli. La inversión millonaria que realizó para poner en funcionamiento la empresa y la fuerte deuda que algunos canales poseen con Ideas (Telefé por “Cuatro amigas” y “Fugitivos”, y Azul por “Números rojos” y “Pasapalabra”) golpeó duramente sus finanzas. Despidió trabajadores, estudió detenidamente el panorama, y posteriormente paralizó lo que tenía previsto para el 2002, como “Todo por dos pesos”, “Invisibles” y “Cuatro amigas”.
Pero si bien la agudeza de la crisis despertó de un porrazo a la mayoría de las productoras, existen todavía algunas excepciones. Tal es el caso de BB/TV, la empresa manejada por Alejandro y Sebastián Borensztein. “Nosotros sobrevivimos con bastante entereza a la crisis”, apunta Alejandro. “Tal vez eso significa que te vaya muy bien en la Argentina. Nuestra ventaja es que tenemos un esquema de empresa con unidades chicas y sólidas, que ayuda a sentir menos los golpes económicos que aquellos que han invertido mucho dinero y que poseen una planta mayor.”
La empresa que produce con bastante éxito el unitario “Tiempo final” posee una estructura de tan sólo diez personas, por lo que no tiene que soportar grandes costos. Pero, tal vez, la clave de BB/TV haya sido pensar su producto más allá del mercado local: “Tiempo final” fue vendido primero a España (Antena 3) que a la Argentina, aunque primero se estrenó en el país. “La industria televisiva nacional tiene calidad para venderse en el exterior, para explotar otros mercados que le generen un ingreso extra para la financiación de los ciclos. Por eso, en la productora, pensamos y concebimos los programas con un espíritu universal”, describe Alejandro.
La búsqueda de nuevos mercados para colocar los programas parecería presentarse como una forma novedosa de financiamiento para la TV, sobre todo tras la caída de la convertibilidad. Tomando el modelo de la mexicana Televisa o la brasileña O Globo, Telefé piensa sortear la crisis con la venta de programas al exterior. “Además de ser un canal emisor, Telefé es una productora de contenidos. La producción de novelas que se venden muy bien en el exterior hace que ingrese dinero genuino en dólares para financiar otros ciclos. La gran diferencia del canal con respecto a los demás es que producimos nuestros propios productos, lo que es muy redituable. Este año apuntamos a exportar ideas, formatos y contenidos.” Telefé ya tiene vendidos los derechos de “Yago”, “Luna salvaje” y “Enamorarte” a varios países de América y del Este europeo.
En una época del año en la que los canales acostumbraban tener medianamente cerrada la programación, hay demasiados proyectos y pocas certezas. Tal vez sea Suar quien mejor describa la TV que podrá verse este año: “El objetivo general para los canales y las productoras es tratar de hacer lo mejor posible con los escasos recursos que tenemos. Habrá que aguantar la crisis intentando ser lo más creativo posible, esperando que todo mejore. Pero la verdad es que en este momento todos estamos colgados del travesaño, al mejor estilo del Ferro de Griguol”.
Subnotas