Mar 23.09.2003

ESPECTáCULOS

“Los Soprano” no le puede ganar a “The West Wing” ni con amenazas

Por cuarto año consecutivo, la serie de la Casa Blanca ganó el Emmy al mejor drama, desplazando otra vez a los mafiosos de HBO.

Por Rocío Ayuso
Desde Los Angeles

Pese a ser la favorita y la ganadora del mayor número de premios en la 55ª edición de los Emmy, la serie “Los Soprano” se quedó corta a la hora de la victoria como mejor drama, galardón que le arrebató “The West Wing” en el último momento. Por cuarto año consecutivo, “The West Wing” se convirtió en la ganadora del premio Emmy a la mejor serie dramática, un honor que alcanzó contra todo pronóstico y pese a haber sido criticada por su pérdida de calidad durante la última temporada. Sin embargo, los más de 12.000 miembros de la Academia de Artes y Ciencias de Televisión prefirieron los avatares de la Casa Blanca a las tribulaciones de la familia de mafiosos de “Los Soprano”, que una vez más se quedó sin este premio. Aun así, “Los Soprano” salió victoriosa de esta 55ª edición de los Emmy, al menos numéricamente hablando, al conseguir un total de cuatro galardones frente a los dos logrados por “The West Wing”. Su victoria como mejor serie dramática fue una sorpresa que simplemente volvió a confirmar los gustos tradicionales de la Academia. Como afirmaba el periódico Los Angeles Times, en los Emmy lo difícil es ganar la primera estatuilla, pero una vez conseguida, esta será una victoria que se repetirá año tras año. Por su parte, “Six Feet Under” fue la gran perdedora: tras llegar a la ceremonia con el mayor número de candidaturas, un total de 16 que parecían augurar un cambio de aires en los gustos de los Emmy, abandonó el auditorio Shrine de Los Angeles con las manos vacías.
Volvió a ser por tanto una noche de triunfo para James Gandolfini y Eddie Falco, los dos protagonistas de “Los Soprano”, que por tercera vez consiguieron los premios como mejor actor y actriz, respectivamente, en una serie dramática. Además, la serie añadió a su lista la victoria de Joe Pantoliano, como mejor actor secundario en una serie dramática, y al mejor guión. Con la misma confianza y socarronería que le da a su personaje, Gandolfini subió al escenario agradecido y divertido, dando las gracias a Brad Garrett por haberle quitado la atención de encima en lo que se refiere a pedir aumentos de sueldo, una polémica que lo persiguió durante el pasado año y que ahora está sobre los hombros de este secundario de la serie “Everybody Loves Raymond”. Para esta serie, la 55ª edición de los Emmy también se convirtió en una velada de celebración, al alzarse con un total de cuatro estatuillas, entre ellas la de mejor comedia. Garrett y Doris Roberts estuvieron entre los galardonados por su trabajo en esta serie como mejores secundarios, además de ganar el premio al mejor guión. Sin embargo, los premios a la mejor interpretación en una comedia fueron a parar este año a manos de dos novatos en esto de las victorias en los Emmy. Se trata de Debra Messing por “Will & Grace” y Tony Shalboub por “Monk”. Shalboub puso una nota emotiva en la velada, al incluir en sus agradecimientos un recuerdo para su sobrino Greg, recientemente fallecido. “Dado que el centro de esta velada son los homenajes, quiero ofrecer mi propia dedicatoria”, indicó el actor con lágrimas en los ojos. Sus palabras llegaron después de que todos los asistentes a la ceremonia se pusieran en pie para honrar la memoria de leyendas como Bob Hope o John Ritter, fallecidos este año.
Pese a estos momentos de emoción, la ceremonia, que superó las tres horas programadas, estuvo más cargada de risas que de lágrimas gracias a sus once presentadores, que se fueron alternando en sus bromas, si bien muchas de ellas hicieron referencia al mismo tema. Como era de esperar, los Emmy se convirtieron en una broma continua sobre las elecciones a gobernador en el estado de California, en las que participan tanto el actor de televisión Gary Coleman como la estrella de Hollywood Arnold Schwarzenegger, los más populares entre los más de 130 aspirantes. El humorista Gary Shandling bromeó en este sentido al asegurar que era un tema difícil de evitar teniendo en cuenta que los asistentes a la ceremonia tendrán “como 139 bailes del gobernador que atender dado el clima político actual”. Otro asunto que también dio bastante que hablar fue el beso en la boca que le dio Madonna a Britney Spears en la entrega de los premios MTV, momento que se repitió con humor entre Shandling y Garrett o Matthew Perry y la septuagenaria Roberts. “Debo decir que valió la pena venir aquí”, afirmó la actriz sin especificar si se trataba del premio, su tercera victoria consecutiva, o del beso.

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