ESPECTáCULOS
“El humor es necesario, casi como la vitamina C”
Diego Capusotto, Carlos Belloso y el grupo Los Amados son algunos de los artistas que animarán el III Festival de la Carcajada, que comienza hoy.
› Por Silvina Friera
Después de 10 años de menemismo, no faltaron los pronósticos apocalípticos que presagiaban que los humoristas se quedarían sin trabajo. “¿De qué nos vamos a reír?”, se preguntaban mientras en las pantallas resonaba hasta el hartazgo esa suerte de padrenuestro inolvidable de la prédica aliancista: “Dicen que soy aburrido”. Sin embargo, el payaso Nanny Cogorno, con el olfato de quien vislumbra que las máscaras pronto se resquebrajarían, y que la risa es una emoción esencial, decidió organizar el primer Festival de la Carcajada en el 2000. Reunió tres mil personas. “Ahora fueron tantas las personas que nos dijeron que no era el momento, que sentía la obligación de evitar esa especie de corralito cultural que se cernía sobre el ánimo. Por eso, Carcajada III es un estado de lucha permanente para evitar que el enemigo implante la apatía en la conciencia de las personas”, dice Cogorno en la entrevista con Página/12.
La tercera edición del Festival de la Carcajada, que se inicia hoy y finaliza el domingo, contará con un padrino de lujo: Diego Capusotto, encargado de presentar los distintos espectáculos que se desarrollarán por las tardes en el club Platense (Zufriategui 2021) y por las noches en La Bodega del Teatro (Liniers 84), con entradas a 2 pesos y gratis para jubilados y menores de 6 años. Entre los artistas que desfilarán se destacan Carlos Belloso con su imperdible Dr. Peuser, Marcelo Savignone y Romina Coccio, Gimenna Riestra, Diego Wainstein, Eduardo Calvo y Los Amados. “Era importante tener un padrino fuerte, alguien como Capusotto, que no se olvida que viene del under”, sostiene Cogorno, admirador de Pepe Biondi, Alberto Olmedo y Buster Keaton.
Según Cogorno, el humor argentino es cada vez más crítico. “Está volviendo a recuperar el rol que los bufones tenían en la Edad Media. Los espectáculos callejeros son cada vez más corrosivos y la gente espera acidez. En las salas está ocurriendo algo similar.” El payaso considera al humor “casi tan necesario como la vitamina C: si no la tenés se te acorta la vida”. A Diego Wainstein, que presentará en el festival Humor Cerebral, le resulta curioso hacer funciones los viernes (en el teatro Belisario, Corrientes 1624) con el eco de las cacerolas de fondo. “El humor es un modo de hacer catarsis. Trato de no hablar únicamente de la realidad, intento buscar otra salida, como el absurdo”, señala. Eduardo Calvo, que participa con Humor Calvo, considera placentero que la gente se divierta en un contexto tan triste y perturbador. “Los humoristas estamos metiendo a los espectadores en una gran aventura que implica sacarlos de los cocodrilos y llevarlos a un espacio de ensoñación.”