ESPECTáCULOS
“La danza independiente debe tener un desarrollo teórico y técnico”
El ciclo “Buenos Aires danza independiente”, que se desarrollará desde hoy y hasta el 29 de noviembre, sirve para unificar las tareas de varias entidades dedicadas a un género que sigue creciendo.
› Por Silvina Friera
“No me atrevo a hablar de un boom de la danza, pero hay mucho más movimiento que hace dos años. Ahora se están produciendo más espectáculos y de mejor calidad”, dice Marcelo Isse Moyano, director ejecutivo de Prodanza, en diálogo con Página/12. Es cierto que sólo Julio Bocca, Eleonora Cassano o Maximiliano Guerra conquistaron la masividad, en un arte que suele ser esquivo con las multitudes. Pero la sostenida ampliación del público en los espectáculos de danza contemporánea –indispensable para expurgar a la danza de esa condición de ghetto– parece revelar una tendencia saludable. Con entrada gratuita o a precios muy populares, hoy comienza el primer ciclo “Buenos Aires danza independiente”, organizado por la Secretaría de Cultura del gobierno de la ciudad, a través de Prodanza, y con la colaboración de las asociaciones de danza independiente CocoA-DaTeI, Armar Artes Escénicas y el Centro de investigación, experimentación y estudio de la danza argentina (Cieeda). Hasta el 29 de noviembre, este ciclo ofrecerá un puñado de espectáculos, jornadas de intercambio de procesos creativos, un taller a cargo de la profesora Marina Giancaspro –para estudiantes avanzados– y un ciclo de videodanza, entre otras actividades (ver aparte).
Hace unos meses, las asociaciones de danza independiente se dieron cuenta de que cada una tenía un inventario de actividades preparadas para el transcurso de este año de modo fragmentario y muy anárquico. Entonces optaron por aunar esfuerzos y proyectos que tenían por separado. “El ciclo no muestra sólo bailarines bailando, porque la danza independiente tiene que tener un desarrollo teórico y técnico muy importante”, añade Isse Moyano. El grupo Surdance se presentará hoy a las 20 (y hasta el sábado) con un doble programa, Momento y Cíclico, coreografiado por Jorge Amarante, en la sala Ernesto Bianco del C. C. San Martín (Sarmiento 1551), con una entrada a 3 pesos. La próxima semana, en la misma sala, será el turno de la compañía Duggandanza con De rebote, que cuenta con la dirección y coreografía de Teresa Duggan. Durante noviembre, la sala Bianco recibirá, además, a la compañía La Marea, con tres espectáculos en cada función: Cómeme, bébeme (de Diana Rogovsky), Vistas, de Florencia Olivieri, y Las infantas, de Analía Thiele. También estarán las coreógrafas Melina Martín (Tras), Carla Berdichevsky (Undertow) y Alejandra Ceriani (Tolouse).
Para Isse Moyano, la puesta en marcha de Prodanza y el festival de danza, que se realizó el año pasado con un éxito de público notable, fueron movilizando al ambiente y a los espectadores. “Percibo una singular recepción en el público, pero también en quienes dirigen salas de teatro alternativas, que empiezan a incorporar piezas coreográficas en sus programaciones”, precisa el director ejecutivo de Prodanza. Una segunda opción es el ciclo “De Bolsillo”, organizado por el Cieeda. Todos los sábados de noviembre a las 15 (con entrada libre y gratuita) se exhibirán obras que no superan los 15 minutos en todos los estilos de danza: tango, ballet, neoclásico, folklore estilizado, butoh, contact improvisación, afro brasileño y flamenco, entre otros, en la sede del IUNA (Loria 443).
“Es la informalidad en estado puro –señala Isse Moyano– porque el escenario es un aula, el público estará sentado sobre almohadones en lugar de butacas, y la mayoría de los coreógrafos es la primera vez que muestran en público una obra.” Un nuevo género, en tanto, se expande en el mundo de la danza: el videoarte. El 14 y 21 de noviembre se proyectarán trabajos de Paula de Luque, Marcelo Epstein, Sabrina Farji, Carlos Trilnick, Brenda Angiel y Sofía Mazza, entre otros, en el microcine del C. C. Recoleta (Junín 1930), con entrada libre. Al final de la proyección, el público tendrá la posibilidad de dialogar y debatir con los realizadores. “Los bailarines y coreógrafos disponen de mayores recursos para crear y producir montajes. Los subsidios de Prodanza no sólo estimulan la creación, sino que fueron mejorando las condiciones de producción para los artistas”, aclara Isse Moyano.