ESPECTáCULOS
Condecoración a Roa Bastos
“Accedió a la profesión literaria e intelectual llevando consigo el alma de ese pueblo abnegado de las tierras enrojecidas del Paraguay, de su historia trágica y grandiosa, y por eso siempre fue fiel a su conducta en favor de la democracia y de los derechos de los hombres.” La definición del canciller Rafael Bielsa fue para Augusto Roa Bastos, el escritor paraguayo que recibió ayer la Orden del Libertador San Martín en el grado de comendador. En la ceremonia en el Palacio San Martín estuvieron presentes los escritores Ernesto Sabato y Juan José Saer, y el crítico Noé Jitrik. “Soy un escritor modesto de un país humilde”, dijo Roa Bastos, “pero las palabras más modestas tienen su valor entrañable, también de testimonio, de gratitud y sobre todo de la plenitud de vida de la que tenemos enorme necesidad en este continente americano”. El escritor estuvo exiliado en la Argentina entre 1947 y 1976, cuando la dictadura prohibió su libro Yo, el Supremo, su departamento fue allanado y se mudó a Francia. Roa Bastos escribió casi toda su obra en Buenos Aires y, como lo definió Saer, “fue el único escritor latinoamericano de una generación posterior a Jorge Luis Borges en quien los escritores argentinos de la generación del ‘70 encontramos un interlocutor, un amigo y un promotor”.